Cuando elegimos el destino de nuestras próximas vacaciones, solemos informarnos previamente de los lugares que hay que visitar, y si cuentan algo de su historia, tenemos el plan perfecto para disfrutar del turismo en la zona.
En España existen numerosas localizaciones que aún hoy, conservan vestigios de la Prehistoria que pueden ser visitados, y que ofrecen al turista un paseo por el ayer que ayuda a comprender un poco más, el origen de cada pueblo.
Es por eso que hoy queremos viajar hasta esa época para mostrarte cuáles son las zonas más curiosas y completas.
¿Preparado para viajar en el tiempo? ¡Comenzamos!
Cuevas de Altamira, Cantabria
No podíamos comenzar esta selección de otra manera, y es que en la cornisa cantábrica se encuentra la llamada Capilla Sixtina del arte rupestre.
Se encuentra en la zona de Santillana del Mar, y fue descubierta en 1868 por Modesto Cubillas. En esta cavidad natural, encontramos una de las mejores muestras de las pinturas y grabados que datan del Paleolítico.
Su importancia es tal, que es Patrimonio de la Humanidad desde el año 1985, y también Monumento Nacional, siendo objeto de estudio por prestigiosos historiadores.
Es desde su descubrimiento, uno de los principales puntos turísticos de la zona, aunque la afluencia de público hizo peligrar el microclima que hay en su interior, y en la actualidad solo se visita una réplica exacta, para preservar su integridad.
Cuevas de Tito Bustillo, Asturias
Nos quedamos por el norte de España, descubriendo ahora estas cuevas conocidas a nivel mundial, que son como las anteriores, Patrimonio de la Humanidad desde el año 2008.
Se estructura en 12 conjuntos de arte rupestre que se encuentran repartidos por toda la cavidad, aunque en la actualidad solo puede visitarse una de las zonas, evitando así el desgaste de esta importante manifestación prehistórica.
La entrada queda restringida a un máximo de 15 personas, por lo que si te quieres acercar a conocerla, deberás solicitar la entrada con tiempo, y en los meses en los que es visitable, desde marzo hasta octubre.
Cueva de los Enebralejos, Segovia
Nos desplazamos ahora hasta Castilla y León para descubriros el conjunto más importante de la provincia, ubicado muy cerca de Prádena de la Sierra.
La magia que hay en su interior, viene envuelta por los exteriores naturales enclavados en la Sierra de Guadarrama, lo que hace de este entorno, una visita única en la zona.
Se estructura en tres niveles, aunque solo se puede conocer el central, que a su vez, está constituido en varias salas con distinta temática.
Es precisamente en una de sus salas, en la que se han encontrado indicios de enterramientos, con presencia de restos humanos, y osarios en los que se guardaban los huesos, que pertenecen a la Prehistoria, además de los clásicos grabados y las pinturas.
Cuevas del Toll, Barcelona
A priori, nadie diría que la cosmopolita y siempre moderna ciudad condal podría tener maravillas prehistóricas como la que te enseñamos ahora, pero como ves, nuestro país siempre sorprende.
Se encuentran en la zona de Moià, y se estructura en forma de L, en casi 1200 metros de profundidad. En la actualidad y a pesar de su gran extensión, solo pueden conocerse 158 metros que cuentan con restos de fuego, y utensilios de sílex que demuestran la presencia del Homo neanderthalensis en la zona.
Es posible visitar el enterramiento descubierto de un hombre que corresponde con la descripción de este. Una visita muy interesante.
El Soplao, Cantabria
Cerramos este paseo por nuestra historia más antigua, con una cueva que nada tiene que ver con las anteriores. No tiene pinturas rupestres, ni huesos, ni restos de materiales prehistóricos. Lo que te vamos a enseñar aquí, es magia subterránea.
Si antes hablábamos de la Capilla Sixtina del arte rupestre, ahora tratamos con la Catedral de la espeleología, dentro de la zona de las Minas de La Florida.
Belleza natural en forma de cavidades con estalactitas, estalagmitas y pasadizos con luces y sombras que pueden visitar en grupos de no más de 20 personas, en un recorrido de dos horas y media llenas de sensaciones y encanto.
Sin duda, pensarás que se nos han quedado muchos más espacios en el tintero, y es verdad. Así que seguiremos explorando.