En el Mediterráneo encontramos este archipiélago paradisíaco. De todas, 4 de las 5 islas que lo forman son habitables, y se reparten en Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera, que te van a dejar disfrutar de sus preciosos pueblos.
¿Cuáles son?
IBIZA
Es conocida por la fiesta que durante el verano allí se monta. Un sin control, en el que también hay tiempo para disfrutar del turismo. Uno de los pueblos más bonitos que en ella encontramos es el de San Antonio, cuyo origen antiguamente, hacía referencia al gran puerto marítimo que encontrarás a sus orillas, y que sirve para transportar mercancía de la Península.
También, en las calles de este municipio te toparás con la Iglesia de San Antonio, que data del año 1385 aunque no fue finalizada su construcción hasta 1640.
Robert Young (Flickr)
Formentera
La isla menos poblada, en la que encontrarás los 6 núcleos que la forman. El de Es Pujols es el más turístico y no es de extrañar. Está al norte y es adorado por sus playas de suave oleaje, que las convierte en perfectas para ir con los niños.
Sus calles están colmadas de edificios de color blanco y grandes arboledas que escondes complejos turísticos ideales para disfrutar de tus vacaciones. Mucha vida nocturna, numerosos bares y cafeterías con la mejor gastronomía local y un mercado hippy junto al paseo marítimo cada noche formarán parte de tus vacaciones perfectas.
Banalities (Flickr)
Menorca
En la que te recomendamos dos pueblos:
– La Ciudadela. En el extremo oeste, es la más poblada de la isla. La sede del Obispado menorquín tiene mucho que ofrecerte como su puerto natural y las calles típicas de recorrido estrecho y con nombres curiosos que van a parar a la Catedral tras empezar en la Plaza Nueva. Entre las playas encontramos zonas más urbanizadas en la costa oeste mientras que las playas vírgenes del sur son admirables.
Maria Rosa Ferre (Flickr)
– Con poco menos de 10000 habitantes, Alayor, destaca por el turismo, sus quesos, las albarcas y las ensaimadas. Es considerada como ciudad universitaria ya que acoge la Universidad de las Islas Baleares, distribuida en varios edificios y que también tiene sede en Ibiza. De especial mención es la cala de Coves, con cuevas repartidas en sus acantilados que datan de la Edad del Bronce y que han servido como refugio para pescadores y para hippies.
Ferrán Llorens (Flickr)
Mallorca
Es la isla principal y la más poblada de los archipiélagos peninsulares tras Tenerife.
En el occidente se encuentra el pueblo de Calviá, uno de los destinos más bonitos para descubrir entre sus calles:
–La Ermita de la Piedra Sagrada. Situada en la ladera del cerro, Jaime I de Aragón ofició en ella una ceremonia antes de conquistar la isla.
Pablo Acal Maravert (Flickr)
– Su centro histórico. Por él se extienden construcciones que transportaban el agua hacia los cultivos. Fuentes y otros sistemas de regadío, de origen árabe, colman las calles. La actividad agrícola fue fundamental hasta los años 50 por ello también hay numerosos molinos, alguno de ellos de la época romana.
Otra de las zonas que no puedes perderte es Sóller, cuyas imágenes hablan por sí solas.
Además de tener el famosísimo tranvía que conecta con el mar, este pueblo cuenta con un paisaje lleno de encanto en el que el mar es absoluto protagonista.
Las Islas Baleares son un destino paradisíaco en el que maravillarse no solo con sus costas sino también con sus pueblos. Unos rincones en los que la historia se mezcla en callejuelas que han sido pobladas por pescadores, hippies, guerreros… dotando a las islas de una magia que te conquistará.
