En el concejo asturiano de Llanes, al noreste de Principado, se encuentra el pequeño núcleo rural de Pría de Llames. En sus límites encontramos uno de los paisajes más espectaculares de Mar Cantábrico: Los Bufones de Pría.
Para todo el que no sepa que es un bufón vamos a definirlo: son grietas naturales y chimeneas que se abren en la tierra en zonas acantiladas. El agua del mar penetra en las rocas y la presión hace que se expulsen chorros que pueden alcanzar los 20 metros de altura.
La roca caliza proporciona un auténtico espectáculo y un sonido que se puede escuchar a kilómetros y da nombre al fenómeno.
En Llames podrás ir a los Bufones en cualquier época del año aunque, al tener más fuerza el mar, es ideal ir en otoño o invierno. Declarado Monumento Natural, la zona en la que se ubican está equipada con merenderos y carteles informativos para disfrutar con los más pequeños aunque todo cuidado es poco aquí.
Puedes hacer rutas a su alrededor
Hay una que empieza y acaba en Llanes, la Pr. AS-57. Recorre la costa en 4 horas y mientras descubrirás un rinconcito del Principado que es maravilloso y en el que las vistas al Cantábrico os asombrarán.
Aunque hemos mencionado que lo más bonito es ver los bufones en invierno, esta caminata tiene más magia es verano. Parte de la Playa de Cuevas del Mar, donde enorme formaciones rocosas surgen a lo largo de los más de 100 metros de costa.
Cuando la marea baja puedes caminar entre ellos. Tras ello se eleva hasta una zona que se conoce como El Bramadoriu. Aquí, los bufones alcanzan las mayores alturas de entre todos.
Por los acantilados llegas hasta Guadamía, la playa más occidental de Llanes que marca el límite con Ribadesella.
Mide 80 metros y es irregular pero su arena fina y dorada te invita al descanso y a bañarte en sus tranquilas aguas.
Desde ella podrás acceder a la Playa de San Antonio, una pequeña cala que te cautivará porque está rodeada de verdes prados.
Por el camino encontrarás El Pozo de Les Gralles, una piscina natural que se abre paso entre los acantilados pero donde el baño está prohibido al igual que la Playa de Villanueva, sin embargo, el poder admirar sus paisajes no dejará rincón en tu cabeza para lamentar el no poder bañarte.
El Paisaje Protegido de La Sierra del Sueve, colmada de hayedos, te acompañara durante todo el recorrido que llega a su fin en los acantilados de los Bufones de Pría.
Un espectáculo natural se abre ante ti en un rincón donde no es recomendable cerrar los ojos, empápate de todo lo que se ponga ante ellos. Para ir con la familia o con los amigos y en cualquier época del año disfrutar de esta tierra es algo maravilloso.