Galicia posee rincones y paisajes increíbles, donde el intenso verde de la vegetación se extiende por el interior y en sus costas toman el relevo playas paradisíacas y vertiginosos acantilados.
Hoy nos vamos a centrar en las Rías Altas, y concretamente en la Costa Ártabra, donde si hay algo que define a esta zona son sus escarpados acantilados, como el de Vixía de Herbeira, el más alto de Europa, y una naturaleza salvaje de belleza inigualable.
Es entre estos increíbles paisajes, donde se encuentra San Andrés de Teixido, el segundo lugar más visitado por peregrinos, después de Santiago de Compostela, y donde las leyendas gallegas son uno de sus mayores encantos.
¿Te apetece conocer este precioso lugar y sus místicas leyendas? Pues acompáñanos… ¡Empezamos la ruta!
¿CÓMO LLEGAR HASTA SAN ANDRÉS DE TEIXIDO?
Puedes elegir el camino fácil y llegar en coche, o, si te gusta el senderismo, desde Cedeira, la localidad más cercana, emprender la Ruta dos Peiraos, una senda que atraviesa, junto a la costa, la Sierra da Capelada.
Tanto en una opción como la otra, te animamos a que pares en algunos de sus miradores, destacando, especialmente, las vistas desde el Mirador de Chao do Monte, donde la panorámica de la costa es espectacular, y desde donde se divisa, al abrigo de los acantilados, el pueblo de San Andrés.
Si tu opción ha sido ir en coche, a la entrada tendrás que dejarlo aparcado, puesto que por el pueblo no se permite la circulación.
LA LEYENDA DE SAN ANDRÉS
‘’Quen non vai de vivo vai de morto’’, o lo que es lo mismo, quien no va en vida, lo hará muerto. Esta frase define a la perfección la simbología e importancia que tiene la peregrinación en esta localidad, ya que, según cuenta la leyenda, el Apóstol Santiago vivía por estos lares, pero nadie le venía a visitar, así que rogándole a Dios, éste le hizo promoción de marketing con esta famosa frase.
¿El resultado? Pues, como adivinarás, convertirse en un lugar sagrado y, a día de hoy, en uno de los lugares de peregrinación más visitados en toda Galicia.
¿QUÉ PODEMOS VER?
La iglesia de San Andrés es el lugar de visita por excelencia, y con seguridad, el más fotografiado, especialmente desde el ángulo en que aparece en escena la Costa Ártabra tras ella.
Es un edificio religioso originario del siglo XII, pero no es hasta el XVI cuando toma su aspecto actual, donde su fachada blanca destaca entre su entorno.
En el interior encontramos la capilla, lugar donde manda la tradición que los devotos, como ofrenda a sus plegarias, dejen figuritas de cera de una determinada forma, en función de la parte del cuerpo que se pide al santo que sea curada, las cuales podrás comprar a en los puestos que se extienden por la localidad, con ese fin.
El segundo lugar de visita obligada es la Fuente do Santo o los Tres Caños, donde el ritual manda que, primero, se haga la plegaria al santo, después, beber agua de los tres caños…¡ojo!, procura no tragarla, porque ¡no es potable! El último paso es tirar al cauce de agua que mana de la misma fuente, una miga de pan, y aquí viene el resultado: si flota, ¡deseo concedido!, si se hunde… el santo no está por la labor.
Si, además, te quieres llevar el pack completo de tradiciones, otro de los rituales va encaminado al amor, donde tendrás que recoger un ramillete de la herba de namorar (si no te apetece subir y bajar cuestas, no te preocupes, que en cualquier puesto te lo ofrecerán amablemente) y volver a la iglesia a dejarlo para que el enamorado caiga rendido a tus pies.
En caso de que te quieras llevar un recuerdo a casa , lo más típico son los sanandresiños, unas originales figuras realizadas con miga de pan y pintadas con llamativos colores, que, dependiendo de su forma, pueden servir para suerte en el trabajo, los estudios o, como cualquiera buena tradición que se precie, el amor y amistad.
LA GASTRONOMÍA DE SAN ANDRÉS
Pues, aunque, obviamente, pescados y mariscos forman parte de la gastronomía local, especialmente los percebes, algunos de los platos más típicos en la zona son los berberechos fritos con patatas, o el plato estrella, los tortillos de San Andrés de Teixido, elaborados con yema de huevo y chorizo.
Si eres de buen comer, te aseguramos que con hambre no te vas a ir, porque si algo es común por estas latitudes, son las abundantes raciones de comida que se sirven, aderezadas con la buena atención y la amabilidad de sus gentes.
UNA ÚLTIMA PARADA
Y es que no podemos acabar la ruta sin recomendarte que pases por un lugar del que te hablamos al principio: Vixía de Herbeira.
Sus vistas son de infarto, y desde la Garita, una pequeña casita de piedra del siglo XVIII dedicada en su tiempo para la vigilancia costera, podrás contemplar unos atardeceres sacados de una postal, e incluso en días, nublados, con la niebla jugando al escondite, podrás comprobar por qué Galicia es una tierra mágica donde las leyendas aparecen en cualquier rincón.
Ahora sí, hasta aquí llega nuestro camino, pero eso sí, a ti te animamos que disfrutes de este increíble viaje y, si además te sobran días, visites otros pueblos en los alrededores como Cedeira, Cariño y Ortigueira, lugares donde disfrutar de la vida de los pueblos costeros, así como buscar lugar de alojamiento y cómo no, de su gastronomía, seña de identidad en todo el territorio gallego.