Poco se conocen los pueblos con más encanto de la provincia que te vamos a mostrar ahora, un lugar en el que la cultura, la naturaleza y el arte se mezclan perfectamente para dar al viajero una de las experiencias más completas.
El País Vasco es, en toda su extensión, un lugar en el que merece la pena perderse, y en el que vas a poder disfrutar de paisajes excepcionales, y si quieres profundizar un poco más, encontrarás pueblos en los que la historia se escribe en cada una de sus calles.
Hoy, nos hemos centrado en la zona de Álava, en la que vas a encontrar un montón de opciones para toda la familia, con las que el turismo rural en la provincia, te sabrá a poco.
Si quieres conocer alguno de los pueblos más bonitos de la zona, no te pierdas la lista de los que te vamos a enseñar ahora.
¿Nos acompañas?
Laguardia
Se encuentra en todas las listas de los pueblos con encanto del País Vasco, y es que no es para menos, ya que es uno de los municipios más bonitos que tiene Álava.
Se localiza en la zona sur, y en su interior vas a poder percibir la magia y la esencia de la época medieval, de la que se conserva su entramado en piedra. Es increíble pasear por todas sus calles, así que no te lo pierdas.
Además, entre los elementos de su patrimonio que no puedes perderte, destacamos los restos de la muralla, así como la iglesia en honor a Santa María de los Reyes.
Pero aquí no acaba la cosa, y es que, bajo los suelos que ahora colonizan las bodegas, se estructura un perfil originalmente medieval.
Elciego
Como la gran parte de los pueblos de la zona, este cuenta con una gran tradición vitivinícola, contando con alguna de las bodegas más reconocidas de nuestro país.
Se localiza en la parte sur de la Rioja Alavesa, y cuenta entre todas las hectáreas dedicadas a la producción del vino, con diferentes variedades. Hablar de la historia del vino, es sin duda, hacerlo de esta localidad.
Y si decides dar un paseo por su casco urbano, podrás disfrutar de la tradicional arquitectura de la zona, en la que no faltan las casas solariegas, así como los diferentes elementos de culto religioso de gran importancia, como pueden ser las iglesias de Nuestra Señora de la Plaza, o la de San Andrés.
Sin duda, es un plan perfecto para un fin de semana.
Labastida
Igual que los anteriores, este municipio también se localiza en la parte sur.
Como pasa en muchos casos, este pueblo sigue contando con la esencia medieval de la zona en cada uno de sus rincones. Ya sea en la estructura, o en los diferentes elementos constructivos, vas a encontrar un marcado perfil heredado de la época medieval.
Forma parte además de la famosa Ruta del Vino, y entre los elementos que puedes visitar y que estructuran el grueso de su patrimonio, te recomendamos conocer el Monasterio de Santa María de Toloño, o la iglesia en honor a Nuestra Señora de la Asunción.
Antoñana
Entre Berrón y Sabando, dos ríos que le dan al paisaje navarro una esencia especial, nos encontramos este pueblecito rodeado de naturaleza que queremos que conozcas.
Se trata de un rincón en el que parte de su territorio está dedicado a los cultivos pero, en su mayoría, las vistas que te acompañarán son de los bosques de robles o hayas, con protagonismo especial a algunos tejos centenarios que podrás descubrir si haces alguna ruta de senderismo.
Si viajas hasta aquí, tienes que degustar la trufa y la miel, uno de sus productos más ricos.
Salinas de Añana
A poco más de 30 kilómetros de Vitoria nos encontramos con este pueblo en el que ponemos el punto y final.
Hemos elegido esta zona para terminar con nuestra ruta, por lo peculiar de los lugares que vas a poder encontrar aquí.
Si por algo es conocido, como su propio nombre indica, es por su incesante producción de sal, que viene dada por la zona en la que se ubica, que es el Valle Salado de Añana, uno de los espacios más importantes de nuestro país.
La curiosidad es que estas salinas que actualmente se encuentran en proceso de recuperación, han estado abandonadas mucho tiempo, a pesar de ser denominadas como Monumento Histórico desde el siglo pasado.