Cualquiera podría pensar en disfrutar de la Comunidad Valenciana….en verano. Y es que tenemos muy asociada esta zona al turismo de sol y playa, pero lo cierto es que es mucho más que eso.
Dentro de la Comunidad nos encontramos con una gran cantidad de elementos que hacen de ella, una de las mejores opciones para aprovechar el turismo en cualquier época del año.
Y es que, de esta zona, hoy queremos centrarnos en la provincia de Castellón, en la que vas a poder disfrutar de un paisaje alejado de lo que tienes en mente, en el que la cultura y la historia se hacen protagonistas en todos los rincones.
Si quieres saber qué es lo que te espera en Castellón, no pierdas el hilo de lo que te contamos a continuación. Te damos las mejores opciones para que disfrutes de unas vacaciones diferentes en la costa.
¿Te animas?
Morella
Ponemos nuestro punto de inicio en este pueblo en el que vas a quedarte con la boca abierta. Seguro que has escuchado hablar de Morella, y es que es uno de los principales atractivos de la zona, además de tener mucha historia.
Lo principal a visitar, y que se puede ver desde casi cualquier punto, es el Castillo de Morella, que adquiere una gran importancia a nivel nacional. Se encuentra en la parte alta del pueblo, y a partir de ahí, se va dibujando un trazado medieval en el que vas a encontrar muchos lugares más que merecen una visita, como es el caso de la iglesia de Santa María.
Alcossebre
En el turismo de playas, Alcocéber apenas tiene rival en Castellón. Sus diez kilómetros de costa dan cobijo a playas tan ideales como la de Las Fuentes, la del Cargador o Romana. El faro de cala Mundina es otra de las visitas obligadas, así como la ermita de Santa Lucía y San Benito, ubicada en la sierra de Irta y desde donde pueden adivinarse las islas Columbretes.
Villafamés
Un pueblo que se encuentra en la zona de las Sierras de les Conteses, rodeado de los mejores paisajes que encierran un entramado en el que descubrirás un montón de puntos atractivos para el turismo.
Eso sí, su ligera inclinación requiere algo de fuerza en esas piernas que te llevarán hasta la parte más alta, donde encontrarás tu recompensa: las vistas del castillo y sus murallas.
Otros puntos de interés de la zona son la iglesia de la Sangre, que data del siglo XVII, así como otras construcciones de carácter religioso como son la iglesia de la Asunción y también, la ermita en honor a San Miguel.
Benicássim
Especialmente conocido por el festival de música independiente que organiza cada verano, lo cierto es que Benicàssim —o Benicasim, en castellano— es un destino muy completo. Situado a orillas del Mediterráneo, es lógico que uno de sus grandes reclamos sean sus playas. Igual de encantadores son el Desierto de Las Palmas, un increíble mirador, Las Villas, un conjunto residencial de elegantes y lujosas casas, y la torre de San Vicente, donde se sitúa el origen de Benicàssim.
Culla
Ubicado en la zona del Alto Maestrazgo nos encontramos con este pueblo en el que, mires donde mires, vas a encontrar la esencia de lo medieval.
Un pueblo de interior, no muy extenso, pero que tiene una belleza inversamente proporcional al tamaño. Es decir, vas a tener un amplio abanico de posibilidades para conocer a fondo cada uno de los rincones de su patrimonio.
Entre los más importantes, destacamos el castillo, desde el que las vistas son impresionantes, como también lo son desde el mirador del Terrat.
De carácter religioso, merece la pena acercarse hasta la iglesia del Salvador, o la ermita de San Roque, entre otros.
Villahermosa del Río
Villahermosa del Río se enclava en un valle en medio de un paisaje escarpado por donde discurren los ríos Carbo y Villahermosa. Por su situación, es un destino de ensueño para los amantes del senderismo y, en general, para quienes deseen una escapada rural. Sus calles blancas y empinadas, salpicadas de ermitas y fuentes, conquistan desde el primer minuto a cualquier visitante.
Peñíscola
Nos desplazamos desde las zonas del interior, hasta la costa, donde no podíamos tener otro punto y final en esta ruta que no fuera éste.
Peñíscola tiene magia, y merece la pena conocerlo en cualquier época del año, disfrutando de la curiosa forma de su territorio, que le hace unirse a la tierra gracias a un itsmo.
Al atardecer especialmente, te recomendamos disfrutar de las vistas de su castillo desde la zona de la playa, y cuando empieza a caer el sol, se ilumina dejando una estampa espectacular.
Sin embargo y a pesar de la impresionante panorámica que protagoniza, este pueblo tiene mucho más por conocer, como es el caso de las murallas o la iglesia de Santa María, en la que vas a poder ver claramente, la influencia gótica.
Para finalizar el recorrido, no olvides conocer a su patrona, la Virgen de la Ermitana. ¡Te va a encantar!
Xèrica
El edificio más emblemático de Xèrica es lo primero que da la bienvenida a esta población castellonense. Nos referimos a la torre mudéjar de las Campanas. Pero no es el único atractivo de este lugar. La ermita de San Roque, la fuente de Santa Águeda o el puente del Obispo Muñatones también contribuirán a que nos quedemos con un buen sabor de boca tras la visita.
Ares del Maestrat
Ares del Maestrat es, además de uno de los pueblos con más encanto de Castellón, uno de los más singulares. Se extiende sobre una espectacular mole rocosa donde descansan las ruinas de un antiguo castillo. Esta localidad es también conocida por la Cova Remigia, una cueva con pinturas rupestres declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
San Mateo
San Mateo —en valenciano, Sant Mateu― es la capital histórica del Maestrazgo, una población declarada Conjunto Histórico Artístico. Constituye, de hecho, un auténtico museo al aire libre, gracias a espacios como la plaza Mayor porticada, la iglesia Arciprestal, la fuente de la Mare de Déu o el callejón de los Judíos. San Mateo es destino predilecto para excursionistas, pero también para aficionados a la historia y a la gastronomía. El arroz al horno o la olleta de San Mateo son algunos de los platos más famosos.
Villafranca del Cid
A escasos kilómetros de Castellfort, Villafranca del Cid —Vilafranca, en valenciano— compite con este como destino turístico de interior. Esta localidad propone una ruta por diversos lugares de interés de su casco urbano, como la iglesia parroquial de Santa Magdalena, el campanario o el museo de Villafranca, que incluye una colección de mineralogía y paleontología.
Olocau del Rey
Localizado en la frontera con la comunidad vecina de Aragón, Olocau del Rey es uno de los pueblos más remotos y encantadores de Castellón. Se ubica, además, en el célebre Camino del Cid. En esta pequeña población de casas de piedra y arquitectura aragonesa podrás visitar un antiguo horno del siglo XIII, la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pópulo y las ruinas de un viejo castillo musulmán.
Alcalá de Xivert
A un paso del parque natural Sierra de Irta se alza este pueblo perteneciente al territorio histórico del Maestrazgo. Lo primero que llama la atención es la torre Campanario, que se eleva un total de cincuenta y ocho metros hacia el cielo. La iglesia de San Juan Bautista, unida a la torre, es otro de los monumentos de interés. Sobre una montaña, se encuentra otra de las joyas de la población: el castillo de Xivert, con una extensión de 8 000 m².
Segorbe
La capital de la comarca del Alto Palancia invita al visitante a sumergirse en su casco histórico. La muralla, la catedral del siglo XIII o el castillo de la Estrella son algunos de los tesoros medievales que descubrir entre calles serpenteantes. Segorbe es, además, una tierra de fiestas populares, como así atestigua la Entrada de Toros y Caballos, festividad declarada de Interés Turístico Internacional que se celebra cada septiembre.
Montanejos
Visitar Montanejos es descubrir un auténtico paraíso natural en el interior de la provincia de Castellón, donde te esperan paisajes únicos en plena comarca del Alto Mijares.
Como curiosidad, ¿sabías que se le conoce como Villa Termal? Pues este pueblo recibe esa denominación desde 1863 debido a la gran cantidad de piscinas naturales y manantiales que tiene en su territorio. Además, en los alrededores vas a poder hacer una gran cantidad de actividades como senderismo, para conocer y adentrarte en los paisajes más verdes de Castellón.
Catí
A un paso de Morella, se halla otro diamante en bruto. Catí es una belleza medieval que aún conserva el trazado de la época. El recorrido a pie supone toparse con casas señoriales, arcos de piedra y edificios emblemáticos, como la Casa de los Miralles, la iglesia de la Asunción o la capilla de Comunión. Si te gusta el queso, en Catí disfrutarás de deliciosas variedades artesanales originarias del Maestrazgo.
Castellfort
Castellfort se localiza en la cima de un espolón rocoso a 1 180 metros de altura. No solo es una de las poblaciones valencianas más elevadas, sino que es considerada la más fría. Para entrar en calor, lo mejor es iniciar una caminata que atraviese los distintos puntos de interés, como la casa consistorial o los denominados Porches. Para hacerte una idea de dónde te encuentras, asómate a la Finestra del Mirador.
Xodos
Xodos se sitúa al abrigo del Peñagolosa, el pico más alto de la provincia de Castellón, con 1 813 metros. No solo, por tanto, su entorno resulta espectacular, sino también el propio pueblo, trazado a base de angostas calles y edificios históricos. En la parte alta de Xodos, se ubica la iglesia parroquial, un rincón que ofrece unas vistas maravillosas del área.
Onda
Situada a pocos kilómetros de Castellón de la Plana, Onda alberga una de las obras arquitectónicas más grandiosas de la provincia. Es imposible que pase desapercibido su castillo y recinto amurallado, el cual llegó a contar con trescientas torres. Imprescindible es, asimismo, la preciosa plaza del Almudín, de carácter porticado y una de las más particulares de toda la región.
Forcall
Una de las paradas imprescindibles si estás haciendo turismo de interior en Castellón es Forcall. Este pueblo conquista por sus miradores, repartidos estratégicamente en las molas (en castellano, ‘muelas’ o ‘moles’) que lo rodean.
También, por rincones como la plaza Mayor o el Horno de la Vila, del siglo XIII y uno de los más antiguos de Europa. Si te apetece, puedes visitar el peculiar Museo de la Alpargata.