Ahora que vemos a lo lejos la época del buen tiempo empieza a apetecer un buen chapuzón, ¿a que sí? Pero lejos de tener que resignaros a acudir a piscinas abarrotadas donde se respira el humo del asfalto y la contaminación, parece que la naturaleza ha pensado en todo y nos concede piscinas naturales paradisíacas donde poder bañarnos y respirar aire fresco.
La mano del hombre apenas se hace visible en estos mágicos entornos. Y decimos apenas, porque siempre viene bien poner un puente o una rambla para facilitar el acceso. Los viajeros que buscan lo auténtico, encuentran en estos lugares remansos de paz, únicamente entorpecidos por los ecos de la naturaleza.
Nos hemos pateado la geografía española de norte a sur para traeros las piscinas naturales más impresionantes de España. ¿El resultado? A continuación.
Fontcalda (Tarragona)
Comenzamos nuestra ruta en la localidad tarraconense de Gandesa, donde el río Canaletes abastece las aguas de un balneario al aire libre. Sus aguas, con temperaturas que rondan los 30 grados, tienen propiedades medicinales, un valor añadido para venir. Para que la experiencia sea completa, os aconsejamos traeros la bici y recorrer los 6 kilómetros que recorren la Vía Verde de su alrededor. Tras sudar la gota gorda, el chapuzón siempre sabe mejor.
La Garganta de los Infiernos (Cáceres)
El Valle del Jerte no necesita presentación, sus característicos cerezos en flor nos alegran cada primavera a su comienzo. Pero, ¿sabíais que la magia de este lugar continúa durante el verano? La Garganta de los Infiernos, declarada como Reserva Natural, acoge en su seno a un total de 13 pozas naturales, con saltos de agua y cascadas vertiginosas a su paso. Simplemente espectaculares.
Termas de Orense (Galicia)
¿Piscinas naturales en Orense, con el frío que hace? No nos hemos vuelto locos, junto al río Miño nacen de lo más profundo de la tierra aguas que superan los 60 grados de temperatura, si si, todos esos. Por si bañarse en este lugar no fuera de por sí un placer divino, se dice que reportan beneficios para la salud, mejorando enfermedades como la artritis.
Gulpiyuri (Asturias)
Continuamos por territorio norteño para dar el salto al concejo de Llanes, en Asturias, donde se encuentra la playa más chiquitita del mundo, de solo 50 metros. ¿Pero no estábamos hablando de piscinas naturales? Pensaréis, pues resulta que no es del todo una playa, porque los acantilados que la rodean impiden ver el mar. No obstante, el agua salada llega hasta ella y atraviesa hermosas cuevas subterráneas a su camino, dejándonos un paisaje increíble.
Los Charcones (Lanzarote)
Llegó el turno de nuestras maravillosas islas, ¡cuántos paisajes de ensueño nos regalan! En ese caso volamos hasta la de Lanzarote para darnos un baño en Los Charcones, donde el choque de las aguas del Atlántico con las rocas a lo largo de miles de años ha formado un auténtico paraíso terrenal. Os recomendamos poneros un buen calzado para llegar, porque aunque su acceso es seguro, el camino hasta ellas es toda una aventura. Pero toda recompensa merece un pequeño sacrificio, ¿no?
El Charco Azul (Gran Canaria)
Y de una isla a otra, porque llegó el momento de conocer El Charco Azul, situado en la isla de Gran Canariavi. En concreto, esta maravilla natural está en la localidad de Agate, al noroeste. Podéis ir a la zona de baño directamente, pero nuestra recomendación es recorrer la ruta de senderismo que llega hasta ella. El esfuerzo valdrá la pena.
Las Chorreras (Cuenca)
Al sur de la provincia de Cuenca, en el bello pueblo de Enguídanos, nos topamos con un paisaje esculpido por los dioses de la naturaleza. Y es que no podemos definir Las Chorreras de otra manera que no sea esa, porque está repleta de abruptas gargantas, cascadas de altura, y pozas con aguas más tranquilas, que configuran una vista de postal.
Las Lagunas de Ruidera (Ciudad Real-Albacete)
¿Quién iba a pensar que en medio del terreno tosco y arisco de La Mancha se iba a encontrar uno de los humedales más grandes de la región? Pues así es, no podíamos finalizar nuestra lista con un paisaje más único y especial. Y es que, las 16 lagunas fluviales que componen las Lagunas de Ruidera se prolongan a lo largo de más de una veintena de municipios, alegrando la vista a cada paso. Increíbles, es poco.
Seguro que echáis en falta más de una, ¡pero es tan difícil elegir las mejores! Y a vosotros, ¿cuál os ha conquistado más?