“¡Aguas dormidas, Verdura densa. Piedras de oro, cielo de plata!” es lo que escribía Miguel de Unamuno en su poema Hermosura, dedicado al mar.
El mar ha sido fuente inagotable de la imaginación humana tratando de describir el atrayente efecto que suele tener sobre muchas personas, hipnotizándonos con el vaivén de sus olas y su constante sonido relajante.
Y, esto, precisamente, en lo que vas a contemplar durante el recorrido de la Ruta de los Faros, que bordea toda la Costa da Morte, uniendo las localidades de Malpica de Bergantiños, hasta Finisterre, o lo que los romanos llamaron “el fin del mundo”, recorriendo las impresionantes torres que durante cientos de años han sido, y siguen siendo, una luz en el camino de los marineros.
Prepara tu mochila y unas buenas botas, porque empezamos nuestra ruta por los faros más impresionantes de la Costa da Morte. ¿Te unes a nosotros?
FARO DE PUNTA NARIGA
Empezando la ruta desde Malpica de Bergantiños, este faro es de los más modernos y con una peculiar característica: su base imita la proa de un barco coronada por el Atlante, una bonita escultura de bronce que se suele conocer como O soño do emigrante.
Además de que sus vistas son espectaculares, el entorno que rodea a este robusto faro, es pura magia, y más aún si hay algo de niebla, ya que junto con las imponentes moles de piedra forman un paisaje místico.
Las vistas, como podrás imaginar, son simple y llanamente espectaculares, e incluso, en días claros, se contempla la silueta de las Islas Sisargas.
FARO RONCUDO
El característico nombre que tiene se lo otorga el propio mar, y es que, el embate del oleaje contra los escarpados acantilados de esta zona de costa, en Ponteceso, emite un singular sonido ronco.
El paisaje nos deja con la boca abierta, puesto que entre piedras de granito se levanta este faro de 11 metros que se abre paso ante una panorámica enmarcable de la Ría de Corme y Laxe.
Cabe destacar que los mejores percebes gallegos se extraen en esta zona, a pesar de ser una actividad que conlleva un gran riesgo, dando fe de ello algunas de las cruces que se reparten por el paisaje en honor a quienes perdieron la vida en ese proceso.
FARO DE LAXE
A las afueras de la localidad de Laxe es donde encontramos el privilegiado enclave de este faro de forma circular y revestido de blancos azulejos, en el Monte da Insua, con una vista más cercana a la Ría de Corme y Laxe.
A su lado también tenemos una escultura, “A Espera”, que representa esa dura espera de quienes el regreso de los marineros después de una dura y peligrosa travesía por estas aguas, aunque, tristemente, no siempre con un final feliz.
Y ya que estás por la zona, te recomendamos que te desvíes un poco del camino y conozcas la Playa de los Cristales, junto al cementerio de Laxe, que te sorprenderá por los peculiares cristales de colores mezclados con la arena.
FARO DE CABO VILÁN
La etapa hasta este faro, perteneciente a Camariñas, es de una belleza inigualable, ya que constantemente se bordea la costa, mientras a lo lejos, se puede contemplar la imponente figura del mismo sobre un saliente en las rocas.
Antiguamente, el faro original era de vapor y sus restos se puede contemplar actualmente, pero al estar situado más al interior, la luz no se alcanzaba a vislumbrar desde cualquier punto, y es por eso que, en 1885, se decide construir el actual, más al borde de los acantilados, con la característica de ser el primer faro eléctrico del país.
Dentro de sus instalaciones puedes visitar el Centro de Interpretación de los Naufragios de la Costa da Morte, en el que se relata la larga historia de accidentes marítimos que se suceden en esta peligrosa costa, además de disfrutar de una recreación recorriendo la torre del faro.
FARO DE MUXÍA
Nuestro recorrido nos lleva hasta Muxía, una de las localidades que, probablemente, representa mejor la magia de esta costa, donde las leyendas y tradiciones se dan la mano.
El faro en sí, no tiene ningún misterio, pero, en cambio, el lugar donde se asienta tiene un increíble poder de atracción, especialmente si eres amante del mar, porque el paisaje hipnotiza y más aún si dedicas un día a contemplar el amanecer… es algo único.
Está situado en Punta da Barca, junto al famoso Santuario da Virxe da Barca, el cual también es un aliciente para la visita a este faro.
FARO TOURIÑÁN
Este tramo de la ruta es uno de los más escarpados por lo que hay que tomarse con calma y precaución cada paso que se de, aunque, eso sí, te aseguramos que las vistas merecen la pena.
Nos encontramos en el Cabo Touriñán y, a pesar de que mucha gente piensa que Finisterre es el punto más occidental de la península, lo cierto es que, en realidad, ese punto es este faro, donde el último rayo de sol se esconde más tarde.
Asentado sobre los acantilados de Gaivoteira, donde en días de mar revuelta, el sonido del embate de las olas contra la roca te pueden dejar sin aliento.
FARO DE FINISTERRE
Llegamos al Finis Terrae, que decían los romanos… vamos, que lo llamaron el final de la Tierra, y es que, las historias dicen que le pusieron este nombre por quedar sobrecogidos con las puestas de sol en las que parecía que la tierra engullía al sol… se ve que muy amantes de disfrutar de un buen atardecer no eran.
Está situado en lo alto del Monte Facho, y junto con los acantilados de vértigo, las vistas son impresionantes… tanto que te pueden hacer sentir un puntito en medio de una esplendorosa naturaleza.
Es, con seguridad, el faro más visitado en toda Galicia ya que, además, muchos peregrinos del Camino de Santiago emprenden una última etapa hasta este faro, para poner punto final a su recorrido.
Galicia significa, para muchos, adentrarse en paisajes de una belleza con poca competencia, pero, a la vez, descubrir una cultura donde las leyendas de brujas, hadas y trasnos se reparten por toda su geografía, pero, podemos decir que si algo atrapa a la perfección toda esa magia, ese lugar es la Costa da Morte… ¡ponle un poco de magia a tu escapada!
