Siempre se ha dicho que uno de los elementos más fundamentales para conocer una zona, aparte de la cultura y la naturaleza que la envuelve, es su gastronomía. Tenemos infinidad de platos típicos en cada una de las comunidades y regiones de nuestro país, que varían según los productos predominantes, pero la mayoría son primeros platos.
¿Eres de los que siempre deja parte de los platos principales para hacer hueco al postre? ¿Eres un apasionado de la repostería y lo dulce en general? Hoy te proponemos viajar por distintos lugares de España y conocer sus postres más típicos y la historia de los mismos.
Churros con chocolate
Esta combinación viene dada desde principios del siglo XX teniendo un origen desconocido, no se sabe de quién fue la brillante idea de mezclar ambos productos, convirtiéndolos en un alimento, que aparte de para desayunar o merendar, puramente social, siendo común en Madrid ver las cafeterías, como la de San Ginés, repletas de personas que se reúnen para degustar este plato típico. Y es que en la capital ya se tomaban los churros a comienzos del siglo XIX, ya que era común encontrar churros en las ferias ambulantes que frecuentaban la capital, haciéndose famosos por su sabor y el coste del mismo. Denominado por aquella época como “fruta de sartén” también encontramos su variante más grande, la porra. La historia del chocolate es mucho más antigua, remontándonos a la cultura prehispánica en México.
Fartón
No podemos hablar del delicioso Fartón, producto típico de la Comunidad valenciana, sin hacer mención a la Horchata. Esta bebida fue bautizada por Jaime I como “oro puro”, por lo que maestros horchateros de Alboraya se pusieron manos a la obra para crear un acompañante perfecto, siendo en los años 60 cuando la familia Polo consiguió crear un bollo dulce, esponjoso y alargado. Ser esponjoso le permitía absorber la bebida, la forma alargada permite que se moje hasta el fondo del vaso y el sabor, mejor probarlo porque es indescriptible. Está elaborado a partir de harina, azúcar, aceite de girasol, agua, huevos, levadura y sal.
Crema Catalana
Este postre se come durante gran parte del año, pero es en el día de San José, 19 de marzo, cuando se hace más popular su consumo como tradicional. Realizado con canela, piel de limón, yema de huevo, azúcar, harina y leche, cuenta su historia que un obispo en el siglo XVIII hizo una visita a un convento catalán, en el que las monjas quisieron prepararle un postre delicioso, que en primera instancia iba a ser un flan. Viendo que les había quedado demasiado líquido, estas monjitas decidieron hacerle modificaciones, entre las cuales estaba el quemar en la parte superior azúcar, dándole un toque crujiente, con tal mala pata que se lo sirvieron al obispo sin dejarlo enfriar, el cual tras la primera cucharada exclamó “¡Crema!”, que en catalán significa “quema”, dando origen al nombre del dulce.
Este postre tiene gran notoriedad en la literatura catalana y en los grandes recetarios medievales.
Ensaimada
La historia de este plato muestra como forma parte del acervo cultural de la Isla balear de Mallorca, conservando todas y cada una de sus características desde su comienzo hasta hoy en día. Las primeras menciones que se hacen a este postre se remontan al siglo XVII, utilizada para celebraciones y fiestas. Con la apertura de una tienda especializada en este producto en Madrid, se empezó a popularizar por toda la península, llegando a conseguir protección como Denominación Específica en 1996, siendo famosa a nivel internacional, y es que es raro quien visita la isla y no carga con este dulce, el cual puede alejarse de su variante tradicional con un relleno de cabello de ángel.
Arroz con leche
Suele confundirse el origen de este plato tan delicioso, creyéndose que fue inventado en Asturias, pero su historia se remonta a la época árabe de la península, de cuya palabra “arruzz” deriva la nuestra, “arroz”, y es que fueron ellos quienes comenzaron a preparar este postre, que tuvo como variación el famoso “menjar blanc”, un postre solo para gente pudiente. Con la llegada de variedad de especias y el abaratamiento de las mismas, comenzó a darse forma a lo que hoy nos viene a la cabeza cuando mencionamos esta delicia.
Según los grandes entendidos, es en toda la zona norte de España, pero sobre todo en la región de Asturias, donde la calidad y elección de los productos para su elaboración hacen que el arroz con leche sobresalga como exquisitez sobre el resto de zonas en las que se elabora, pasando la receta por generaciones.
Quesada pasiega
Este postre es originario de los Valles Pasiegos de Cantabria, teniendo sus primeras menciones literarias, en el siglo XIV, con el Arcipreste de Hita e incluso en un libro de cocina del siglo XVI, siendo un queso asadero, es decir un queso que mejoraba sus características y sabor gracias al asado del mismo. Posteriormente, en el siglo XIX aparecen las primeras variaciones y recetas de lo que hoy conocemos como Quesada Pasiega.
Está hecha a base de queso fresco pasiego, mantequilla, huevos, miel y harina como ingredientes principales. La utilización de los derivados de la leche eran considerados por los habitantes de la zona sur “algo de bárbaros”, y la miel era sustitutiva del azúcar, que escaseaba y tenía un precio elevado en esta zona norteña.
Este plato era ideal para acompañar a las familias nómadas que recorrían los campos pasiegos para dar pasto a sus reses, siendo estas una especie autóctona.
Tarta de Santiago
Este postre típico de Galicia tiene como ingrediente principal las almendras desmenuzadas, y pese a no tenerse grandes datos de la utilización de este producto en la zona gallega, la primera documentación data de 1577, pero bajo el nombre de Torta Real, la cual probablemente fuese una receta traspasada de generación en generación de familias.
Es en el siglo XX cuando la Tarta de Santiago empieza a tener notoriedad fuera de la Comunidad Autónoma, exportada por todas aquellas personas que llegaban a estas tierras por el Camino de Santiago. Pese a comerse durante todo el año, es más común su elaboración durante el mes de julio y la primera semana de agosto, que coincide con el día del apóstol Santiago.
La cruz típica que corona esta delicia nace de mano de José Mora Soto, el cual decidió decorar su producto con la silueta de la cruz de Santiago, tratando de darle un toque original, el cual fue muy bien aceptado popularmente, extendiéndose así a toda Galicia. En el 2006 este postre fue declarado con Denominación de Origen.
Miguelitos
Si bien estos deliciosos pastelillos autóctonos de la localidad albaceteña de La Roda no tienen una historia de siglos, es como mínimo anecdótica, ya que Manuel Blanco, creador de estas delicatesen, dio a probar uno a un buen amigo suyo, quien lo ensalzó en elogios. Al preguntarle al artífice de tal obra cuál era el nombre de estos pasteles, el creador respondió “como tú, Miguelito”.
Esta receta, creada a mediados del siglo pasado, cuenta con un hojaldre finísimo espolvoreado con azúcar glasé y relleno de crema, aunque hoy en día podemos encontrar diferentes variantes de relleno, como chocolate blanco. Es imposible pasar por la zona y no hacer una paradita a comprar algunas cajas de este manjar.
Postres típicos de toda la geografía
Estos postres que os presentamos a continuación, no tienen un origen o una tipicidad asentada en una zona concreta de nuestro país, sino que han sido acogidos por su exquisito sabor y por su representación de fiestas nacionales por todas y cada una de las comunidades españolas.
Torrijas
Las torrijas son un postre muy común y apreciado en época de Semana Santa. Su origen data de la época andalusí de la península, ya que hay un postre llamado “zalabiyya” de la cual podría haber evolucionado nuestro preciado postre, pero es en el siglo XV cuando unas monjas decidieron crear la receta, que perdura hasta hoy día, como sustitutivo de la carne, ya que en Semana Santa se realiza ayuno y abstinencia, ya que guarda cierta similitud con una carne braseada.
Se realizan a partir de freír pan de días anteriores que sobre, añadiendo leche, azñucar y canela a la mezcla. Y es que el significado de estas delicias se encuentra en que para la religión católica, el pan es el cuerpo de cristo, por lo que qué mejor forma de hacer honor a este aspecto, que resucitar pan pasado en estas fechas, creando un plato delicioso que llene los estómagos de aquellos que hayan realizado el ayuno y abstinencia.
Pueden acompañarse con vino, miel, caramelo líquido y muchas más variantes.
Roscón de Reyes
Si bien este dulce es un producto típico en nuestro país en época de Navidad, más concretamente el 6 de enero, día de Reyes, su origen es completamente pagano. Su historia se remonta a época romana, ya que se preparaba en la fiesta de los esclavos a mediados de diciembre, dando descanso a los trabajadores del duro período de trabajo.
Pero no solo se basaba en el descanso, sino que se escondía una judía blanca en su interior y el esclavo que la encontrase, sería libre y tratado como un rey por un día.
Este postre fue introducido en España por Felipe V, convirtiéndolo en una tradición típica de la nobleza, expandiéndose a los demás estratos sociales e incluso a las colonias en Latinoamérica.
¿Sabías qué…?
… No hace falta dejar de lado los dulces y postres siempre y cuando no se coman con moderación y sobre todo si son artesanales y hechos por uno mismo, libres de grasas saturadas, colorantes, conservantes y calorías innecesarias.