¿Te imaginas ir al cine desnudo? ¿Hacer la compra en cueros? ¿Tomar un café como Dios te trajo al mundo? ¿Dar un paseo en bicicleta sin nada de ropa? Y ahora dime, todo esto, ¿te suena raro? ¿Tiene aires de locura? Si tu respuesta es sí, tienes que seguir leyendo. Si por el contrario, te resulta lo más normal del mundo, pues también tienes que seguir por estas líneas. Vamos, que con o sin ropa no te despegues de la pantalla, porque es hora de desnudar un tipo de turismo en auge, aquel que encuentra su todo en no llevar nada.
Tonio Campagna / FLICKR
Hoy te invito a viajar a esos lugares donde la vergüenza queda colgando del perchero, donde la forma de arreglarse es mostrarse tal y como se es, sin adornos, ni capas. Lugares donde el verbo ruborizar no existe, espacios donde se lucha contra esa artificialidad que ha terminado por hacer de lo natural lo extraño. En definitiva, hoy conocemos las cunas del naturismo.
Y es que España es perfecta para disfrutar de la simbiosis entre naturaleza y cuerpo. Por sus paisajes, su clima, sus puntos pensados especialmente para ello, y sobre todo, por sus gentes. Porque año a año crece el número de personas que buscan desconectar, descansar, volver a empezar desde el punto de partida, tal y como se mostraron en su primer día de vida.
Al grano que me lío. Variedad es la palabra que define a España cuando hablamos de la oferta en cuanto a destinos. Centenares de playas en nuestra geografía son hábiles para el naturismo, unos 40 centros privados y por supuesto, localidades como tal, con sus urbanizaciones. Por ello, voy a repasar algunos de estos lugares, no estarán todos, pero sí los suficientes, para que después de la lectura te conciencies de que lo más superficial, no va más allá de la propia piel.
Primero, algunos pueblos o complejos, que tienen de todo menos precisamente, eso.
Vera, Almería
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Vera es nudista. Así, sin tapujos, como sus habitantes. Y es que este pueblo de Almería es un paraíso naturista. Un rincón de Andalucía donde lo más natural es mostrarse tal cual.
Bien es cierto que el nudismo no es obligatorio aquí, como tampoco están mal vistos aquellos que se visten. Lo que sí es una certeza, es la existencia de urbanizaciones dentro del pueblo donde se vive y convive desnudo, como es el caso de Torremar Natura, Natsun, Bahía de Vera, Parque de Vera o Vera Natura.
Brigitte y Heinz / FLICKR
Vera, sin duda referente para el naturista convencido, el dubitativo y el virgen.
El Fonoll, Tarragona
En El Fonoll la naturaleza y las personas son uno. Estamos ante una pequeña aldea de gran belleza, perteneciente a la comarca de la Conca de Barberá. Y en este caso sí, estamos ante el único pueblo naturista en su totalidad de España. Y tiene ya doce años de experiencia en el asunto.
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En el invierno pocos son los valientes que se aventuran a enfrentar sus latidos con las temperaturas. Unos doce. Pero en verano la población se multiplica hasta los cien habitantes, residentes temporales que únicamente pagan una pequeña cuota por los suministros de agua y luz.
Pero si El Fonoll es hoy una realidad del naturismo es por culpa de Emili Vives, quien en 1995 encontró el pueblo abandonado, desnudo – debió pensar él – para convertir después aquella realidad utópica en un proyecto que terminó por salirle bien. Y tan bien.
Costa Natura, Estepona, Málaga
Bien es cierto que no es el municipio de Estepona, ni mucho menos, de quien hablamos. Sino de Costa Natura, un gran complejo residencial de dicho municipio, que es referente del turismo nudista en la Costa del Sol.
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Una gran villa teñida por el blanco de sus casas propias del sur, casas bajas que iluminan y abrazan al naturismo como estilo de vida. Aquí todo está desnudo; la playa, las viviendas entrelazadas, la naturaleza, las arquitecturas con influencia árabe y, por supuesto, sus habitantes.
Un lugar donde la piel no teme y está acostumbrada a la fuerza del sol.
Y dónde mejor para citarse con el sol que en las playas. Sin timidez, vamos con alguna de ellas.
Playa de Nueva Umbría, Lepe, Huelva
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En el pueblo de los chistes habréis pensado más de uno. Y así es, pero en esta playa el desnudo no provoca risas, ni comentarios, ni miradas. Es lo normal. Anclada al costado del Paraje Natural Marismas de Piedras que toca con Lepe, nos encontramos con esta playa que se dibuja a través de 8 kilómetros con arena blanca de extrema finura.
Esta zona costera lleva tan al límite el concepto de la desnudez, que la zona se presenta sin bares, ni chiringuitos, ni aglomeraciones. Sin duda, un templo de paz y relajación, donde la única condición es pasearla tal cual uno es, sin importar el cómo te ven.
Playa de Figueiras, Islas Cíes, Pontevedra
Cafeina / FLICKR
Al norte de las Islas Cíes y también conocida como Playa de los Alemanes, os presento un paraje natural perteneciente a la reserva de la biosfera. Suena paradisíaco. Es que es paradisíaco.
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350 metros de largo, 50 de ancho, medidas que desde hace una década invitan al personal a desnudarse pero sin dejar fuera al que no lo hace. El respeto entre el bañador y el desnudo es la seña de identidad de un espacio, donde la palabra salvaje sólo hace referencia a las condiciones orográficas del lugar.
Playa de Bolonia, Tarifa, Cádiz
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En Cádiz, al abrigo del Parque Natural del Estrecho y con la mirada puesta en la Duna de Bolonia, encontramos un escape hacia lo natural. El dorado tiñe las arenas y las pieles de aquellos que eligen este destino. Una playa que tiene en El Chorrito, su pedacito o rincón para los que dejan en casa los bañadores.
Pero si por algo es conocida y recurrente la Playa de Bolonia es por su barro “terapéutico”, una crema natural que es el único abrigo utilizado en ocasiones por los nudistas. ¿Te atreves a probarlo?
Playa de Los Patos, La Orotava, Tenerife
En el municipio de La Orotava pisarás arena negra y te verás rodeado de rocas volcánicas de considerable tamaño. Sin duda, esta es la opción más exótica, un lugar virgen, como recién plantado en el lugar y al que se llega a través de un sendero escarpado.
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Al igual que en nuestro primer ejemplo playero, la Playa de Los Patos no cuenta con ninguna infraestructura ni servicio, por lo que sus condiciones y características permanecen inalteradas a la desnudez.
Playa El Ruso, Albuñol, Granada
Granada y más concretamente, Albuñol, te espera sin ningún tapujo, vergüenza o temor, en esta playa de 300 metros de longitud y 25 de ancho. Las arenas grisáceas y las aguas cristalinas dibujan la foto.
Posse / FLICKR
A diferencia del caso anterior, la Playa El Ruso sí que cuenta con bares y restaurantes a menos de un kilómetro de distancia, pero que eso no os confunda, pues la playa es de difícil acceso a pie, un esfuerzo merece la pena.
Playa La Mar Bella, Barcelona
Ante vosotros una de las playas nudistas más famosas de la ciudad condal. Se caracteriza por aguas tranquilas y una arena que es oro. Goza de la distinción de bandera azul, además de disponer de un gran paseo marítimo y acceso adaptado a personas con movilidad reducida.
Jenn GM / FLICKR
La Playa La Mar Bella es quizás la más “comercial” de las vistas hasta ahora, otro enfoque donde el kiosko, la ducha, la sombrilla y la hamaca completan el paisaje. Elementos todos ellos que no van reñidos con su condición de nudista.
Y hasta aquí, pues el listado podría ser interminable, lo cual es beneficioso, tanto para amantes de este tipo de turismo como para los detractores, que también los hay y aún no había nombrado. Para los que ven pudor e incomodidad, como para los que practican el nudismo, decirles que no hay mejor árbitro que la pluralidad de lugares habilitados exclusivamente para esta nueva tendencia y presentados en estas líneas. Sin duda, la mejor solución es que cada cual disfrute a su manera, sin imposición, con espacios para unos y otros.
Y tú, ¿te atreves con el turismo nudista?
¿Sabías qué…?
… Se estima que en toda Europa el número demandante de personas que realizan turismo nudista asciende a 20 millones. Y además, España no es ajena a la cifra teniendo a día de hoy hasta 500 playas habilitadas para el naturismo.
