Decir Cantabria e imaginar un paraíso verde que se precipita al mar es algo que nos pasa a la mayoría. Y es que sí, esta comunidad es una de las que mejor dibuja la silueta de la naturaleza.
Hoy, te traemos algunos de los pueblos más bellos, y decimos bien, solo algunos porque su belleza es infinita y sus rincones, mágicos.
Nuestras maletas ya están hechas, ¿te apuntas al viaje?
Santillana del Mar
Imprescindible para cualquiera que viaja a Cantabria es pasear por este pueblo con encanto. Disfrutar de unos días de turismo rural en la zona te permitirá descubrir elementos tan significativos como las Cuevas de Altamira, un reclamo indiscutible de la zona.
El pueblo de las tres mentiras respira verdad. Una verdad que asoma entre sus calles convertidas en historia. Una historia materializada en la Colegiata de Santa Juliana. Una muestra más del encanto del románico en la actualidad.
San Vicente de la Barquera
Se ha ganado a pulso estar entre los puestos más altos de nuestro ránking y es que, San Vicente es la combinación más llamativa de mar y montaña.
No es raro que sea uno de los destinos turísticos más solicitados ya que, casi el 100% de su territorio está ocupado por el Parque Natural de Oyambre, uno de los recursos naturales más valiosos de la provincia.
Si nos centramos en la arquitectura, podemos destacar la iglesia de Santa María de los Ángeles, que te transportará al gótico, atravesando la Puebla Vieja, antigua villa marinera donde el tiempo parece detenerse.
Nuestro viaje no termina aquí. Recorrer la ría de San Vicente a lomos del Puente de la Maza, mientras el paisaje regala unas vistas de infarto, es… ¡mejor vivirlo!
Bárcena Mayor
Un lugar impasible al tiempo. Actor secundario de las innovaciones tecnológicas de nuestros días, este pueblo es todo magia.
Tan único que es el único pueblo que se encuentra dentro del Parque Natural Saja- Besaya, con la carga natural que eso implica.
Su casco urbano, de construcciones que no alcanzan gran altura y materiales naturales, ha sido declarado Conjunto Histórico Artístico al que le aporta una dosis extra de cultura la iglesia de Santa María.
Se dice que es el pueblo más antiguo de España, ¿te animas a conocerlo?
Liérganes
Un pueblo objeto de una de las leyendas cántabras más antiguas; la del Hombre Pez, del que encontrarás una escultura en el casco urbano.
Situado al lado del río Mieres, se dibuja una postal de riberas verdes de belleza incalculable y en el núcleo, se protege entre dos elevaciones que reciben el nombre de las Tetas de Liérganes, un llamativo nombre, para una llamativa población.
Y para recargar fuerzas, no te olvides de pedir un queso fresco o un postre con la clásica repostería a base de los famosos sacristanes.
Potes
Recibiendo los Picos de Europa, la capital de la comarca de Liébana en la que se encuentra reúne todas las condiciones para estar en nuestra lista de favoritos.
La Torre del Infantado da la bienvenida a los curiosos viajeros que lo que buscan es un lugar en el que poder coger el tiempo con sus manos.
No hay lugar como éste: Una villa medieval que recorren tres de los ríos más importantes que tejen el entramado pedregoso del casco urbano.
Su aspecto original es el resultado de la memoria de los habitantes que, tras la Guerra Civil, hicieron posible que se construyera tal y como recordaban las zonas que quedaron asoladas.
Castro Urdiales
La ciudad marinera por excelencia. Tiene un tamaño reducido que es inversamente proporcional a su belleza. Un puerto en el que los barcos de pescadores contrastan con los edificios históricos que se encuentran a pocos metros.
Su recorrido merece todo el tiempo del mundo. Tu punto de partida puede ser el Castillo de Santa Ana, que sobresale con respecto al resto de construcciones de una manera bastante llamativa. A su lado, el majestuoso faro que huele a mar, a historia y en definitiva, a Castro Urdiales.
El Palacete de los Ocharan y la casa de Los Chelines, proclamados Bien de Interés Cultural, cerrarán una visita de lujo.
¿Sabías que…?
… La belleza del pueblo de Santillana del Mar ha sido reconocida a lo largo de la historia por personajes tan importantes como lo fue Jean Paul Sartre, que dice de éste que es el pueblo más bonito de España, llegándolo a reseñar en su obra La Náusea.