Instrucciones ante esta entrada (tomar en serio): léase con una txapela en la cabeza, con una copita de txacolí y una buena tapa de queso Idiazábal, a ser posible, sin escatimar en cantidad. La música ambiental que no falte, que se sientan y suenen tamboriles, panderetas y albokas. Fácil. ¿Cumplido? Pues vámonos al País Vasco, ¡Ongi etorri!
Mucho se ha hablado y escrito del norte de la Península, y en concreto del País Vasco. Sus ciudades son destinos de referencia para el turista, numerosas son las alusiones que existen sobre ellas, pero hoy queremos ir un poco más lejos. Porque creemos que la verdadera cultura, la personalidad, esencia y en definitiva, contrastes del País Vasco, se encuentran en los pequeños detalles, en esos lugares que se despiertan junto a laderas, valles o interiores de arraiga naturaleza. Hoy vamos a conocer algunos, porque son muchos, de los pueblos más bonitos del País Vasco.
Lekeitio, Vizcaya
Qué ver: Imperdible el colorido puerto de Txatxo, o contemplar el atardecer en el faro de Santa Catalina. En cuanto al patrimonio artístico, obligatorio es contemplar una basílica, la de la Asunción de Santa María, de tipo gótico, además de pasear por las calles de su casco antiguo.
Festividad: más conocida como el Día de los Gansos, celebrado el día 5 de septiembre. La actividad tradicional se celebra en el puerto, donde los participantes navegan en pequeñas embarcaciones y se lanzan al agua agarrados a un ganso que cuelga de una cuerda. La intención no es otra que la de aguantar amarrado al animal hasta cortarle la cabeza. Evidentemente, dicha festividad, con 300 años a sus espaldas, no está exenta de polémica, hasta el punto de que se ha llegado a realizar en la actualidad con gansos de goma.
Gastronomía: conocer Lekeitio es también regalar al paladar platos basados en los productos típicos del lugar, como tomates de Mendexa, txipirones de su ría, cazuelitas, vino y sangría.
Laguardia, Álava
Qué ver: para los que adoran la historia y el arte, deben visitar la iglesia de Santa María de los Reyes, así como el casco histórico que la rodea. De gran atractivo es también la Torre Abacial o el reloj de la Plaza Mayor. Y si
queréis ir un poco más allá, sumergiros en las Cuevas Subterráneas. Y todo rodeado por murallas del siglo XIII.
Festividad: el 23 de junio dan comienzo las fiestas en honor a San Juan y San Pedro. La tradición más popular de las mismas es la protagonizada por los Danzarines, con su Cachimorro, quienes descienden la bandera de la plaza.
Gastronomía: si por algo destaca Laguardia es por su vino, con denominación de origen propia. Cuenta con variedades tanto de uva tinta, como de uva blanca.
Hondarribia, Guipúzcoa
Qué ver: de tradición marinera y presencia medieval. En sus calles se entremezclan casas de tipo tradicional, con balconadas y coloridas fachadas, con edificios barrocos. Su casco viejo y la muralla medieval son de pronunciado reclamo turístico. Más concretamente, no podéis perderos el Palacio Zuloaga, del siglo XVIII o la
Casa Casadevante que hoy es un hotel. Y, por último, ¡no olvidar que nos encontramos en un pueblo costero!
Festividad: se celebran del 7 al 11 de septiembre, en honor a la Virgen de Guadalupe. El acto principal de las mismas es el Alarde, un acto folclórico protagonizado por milicias forales. Por otro lado, y aprovechando la cercanía con la Semana Santa, decir que el Viernes Santo sale la Procesión del Silencio, una de las pocas que se siguen celebrando en Guipúzcoa.
Gastronomía: cuando hablamos de gastronomía en Hondarribia, hablamos de La Marina, uno de los epicentros gastronómicos del norte de nuestro país. Allí podrás recorrer diferentes tascas para potear y tomar los típicos pinchos de la Región.
Elantxobe, Vizcaya
Qué ver: por descontado el puerto, al que llegaremos siguiendo el aroma del salitre. Ya en sus calles, preciosa es la iglesia San Nicolás de Bari, o los muros, que custodian la calle mayor. Y la estampa general, de edificios escalonados a través de la montaña.
Festividad: su gran aliciente y cuando el municipio gana en popularidad. Su festividad es conocida por el nombre de las Fiestas de la Madalena y se celebra en el mes de Julio. Consta de una romería marítima, donde todo asistente que se congrega en el puerto pesquero tiene que vestir de azul.
Gastronomía: como buen municipio con su puerto, en Elantxobe degustarás los mejores pescados y mariscos. El bonito, el bacalao, la sardina o el centollo saciaran tu hambre. ¡Vaya que si lo harán!
Mutriku, Guipúzcoa
Qué ver: el municipio cuenta con uno de los centros balleneros más importantes del país. Te recomendamos recorrer sus calles estrechas, plagadas de torres, palacios y casas señoriales. Pero sin duda, su gran fuerte es la belleza de su paisaje, con una naturaleza tupida que arropa su litoral, que muere con playas y acantilados.
Festividad: la más popular se celebra el tercer domingo del año y es la festividad del Nazareno. Cuenta con dos actos destacados, como son la misa mayor y el concierto de la banda.
Gastronomía: calienta tu estomago con las sopas de ajo y date un festín a base de guisados de toro. También puedes picotear con productos de caserío, como quesos, verduras o miel. Todo sin olvidar lo que regala el mar, con un gran pulpo.
Elciego, Álava
Qué ver: destaca por encima de todo lo demás, el edificio perteneciente a las bodegas del Marqués de Riscal, también conocido como el “Guggenheim del vino”. Tampoco puedes perderte la Iglesia de San Andrés, las casas con piedra de sillería o el casco urbano.
Festividad: se celebra el 8 de septiembre, cuyo acto más arraigado es la danza folclórica que se realiza bajo la atenta mirada de la patrona, La Virgen de la Plaza. Los gaiteros ponen el ritmo de esta danza autóctona.
Gastronomía: todos los platos están comandados por la extraordinaria calidad del vino que se produce en el municipio. Cada plato merece un tipo de vino, y aquí encontrarás la unión perfecta entre ambos. La gastronomía de alimentos se basa en la cocina tradicional, basada en raciones de chorizos con patatas, pencas de acelgas rellenas, alcachofas con jamón…
Elorrio, Vizcaya
Qué ver: su centro histórico ha sido declarado Conjunto Histórico – Artístico. En él no puedes perderte las casas blasonadas o los palacios propios del siglo XVII y XVII. Además, te recomendamos una ruta por necrópolis de Argiñeta.
Festividad: destacamos Los errebonbillos, que se celebran el primer domingo de octubre. También la Ferisa Nagusiko, que nos traslada al siglo XVIII y, por último, el Musikare, un festival de música de reconocimiento internacional.
Gastronomía: no te marches sin probar los cocidos con longaniza y nabitos, las peras asadas o el pastel relleno. Y todo acompañado de un buen txakoli.
Fuenterrabía, Guipúzcoa
Es otro de esos lugares que no vas a poder perderte. Se encuentra dentro de Guipúzcoa, y cuenta con las mejores vistas que puedas imaginar.
En su estructura, vas a poder visitar elementos importantes que componen este municipio, así como los parajes naturales que forman la desembocadura del río Bidasoa.
La iglesia de Santa María de la Asunción, es uno de esos lugares con encanto en el corazón de esta población, así como el Palacio de Zuloaga, una importante construcción de la época.
Azpeitia, Guipúzcoa
Con el macizo de Izarraitz como telón de fondo, el municipio de Azpeitia se sitúa como una auténtica delicia para los senderistas y los enamorados de los paisajes rocosos.
Además, si por algo es conocida esta localidad, es por albergar el Santuario de San Ignacio de Loyola, que se alza con su impresionante basílica, coronada por una cúpula de 65 metros de altura.
En este conjunto encontraremos también la casa donde nació San Ignacio de Loyola en el siglo XV.
Mundaka, Vizcaya
Mundaka es el destino predilecto de los surfistas que llegan a sus playas atraídos por su ola izquierda, una de las más largas de todo el mundo. Pero si lo tuyo no es enfrentarte al mar, esta población acoge hermosos rincones esperando ser descubiertos.
El pintoresco puerto pesquero y las vistas desde la ermita de Santa Catalina te convencerán de que Mundaka efectivamente merecía un puesto de honor en la ruta.
Labraza, Álava
Labraza es una de esas villas por las que parece que no ha pasado el tiempo y ahí reside precisamente su encanto, por eso, no dudes en disfrutar del entorno natural.
Se localiza en la cima de una colina y está rodeada por una muralla que ha ido integrándose con el paso del tiempo en las viviendas.
Tolosa, Guipúzcoa
Quizás no lo sabías pero lo cierto es que Tolosa fue antiguamente la capital de Guipúzcoa y tenía un papel principal en las rutas comerciales.
Hoy en día, esta localidad destaca por su gastronomía, especialmente por sus famosos chuletones de buey y los denominados xaxus, unos dulces de almendra muy típicos.
Bermeo, Vizcaya
El puerto pesquero de Bermeo es uno de los principales del País Vasco y uno de los rincones más visitados de esta población. Se trata de un área flanqueada por casitas coloridas que se alzan vigilantes sobre los barcos.
A unos 8 kilómetros del centro urbano se localiza San Juan de Gaztelugatxe, una pequeña isla coronada por una ermita, cuyo acceso a pie supondrá toda una aventura.
Getaria, Guipúzcoa
La primera parada obligatoria de Getaria es el puerto pesquero, el más animado de Guipúzcoa. No dejes de probar el pescado a las brasas acompañado de un txacolí, el vino blanco del lugar.
Después, podrás acercarte al Museo Cristóbal Balenciaga, un espacio dedicado al prestigioso modisto que nació en el municipio en 1895.
Las impresionantes playas de Malkorbe y Gaztetape son una buena razón para quedarse un rato más.
Pasai Donibane, Guipúzcoa
A pocos kilómetros de San Sebastián, la capital guipuzcoana, se localiza Pasai Donibane, una población de ambiente marinero.
Llama la atención el colorido de sus casas, que contrasta con el verdor del paraje en el que se encuentra. En Pasai Donibane no hay que perderse la casa donde vivió el aclamado escritor Víctor Hugo y la coqueta Plaza de Santiago.
Zarautz, Guipúzcoa
Este paraíso es un municipio costero de aproximadamente 23.000 habitantes. Se trata de uno de los principales focos turísticos del País Vasco gracias a su animado y largo paseo marítimo, además de su playa de arena dorada y reclamo absoluto para los surfistas.
En uno de los extremos de la playa, se conserva una extensa zona de dunas. La obra arquitectónica emblema de Zarautz es el Palacio de Narros, que fue residencia de Isabel II.
Balmaseda, Vizcaya
Esta población es considerada capital de Las Encartaciones, la comarca más occidental de Vizcaya y que goza de un rico patrimonio natural y monumental.
El Puente Viejo que cruza el río Cadagua es uno de los principales atractivos de esta villa, así como la Plaza San Severino, que acoge la iglesia gótica del mismo nombre.
Casi pecado es despedirse de Balmaseda sin degustar la putxera, un tradicional puchero de alubias.
Instrucciones después de esta entrada (tomar en serio): seleccionar un municipio de los citados y lanzarse a conocerlo, ¡a viajar!
¿Sabías qué…?
… Las comunidades con más afluencia turística en el País Vasco son Cataluña y Madrid. Además, el 62% de los visitantes que eligen el País Vasco como destino, acuden a una de sus tres capitales, el 27% al interior y el 11% a la costa.