Siempre que empezamos a pensar en hacer un viaje, nos sobrevuelan las dudas. ¿Será un buen destino? ¿me aburriré? ¿podré visitar cada uno de los puntos que quiero?
Si te pasa esto, tranquilo porque no eres el único que se tira de los pelos y termina con una lista interminable…. o una vacía.
Esta vez, y como cualquier momento es bueno para viajar, cualquier momento puede ser el ideal para empezar con nuestra lista de pros y contras, incluido éste, en el que estás leyendo estas líneas.
Vamos a echarte una mano para que sepas distinguir por ti mismo y sin problemas, cuál será el mejor destino para tu próximo viaje y aciertes de pleno, convirtiéndote en el mejor organizador de viajes de tu familia, o de tu grupo de amigos.
Te explicamos cómo.
Decide qué tipo de viaje quieres hacer
Normalmente los viajes se diferencian en dos corrientes: los viajes culturales, y los orientados a hacer actividades.
Si eres de los que prefiere conocer el patrimonio, la historia y la cultura de la zona, entonces tendrás que fijarte en destinos que cuenten entre su entramado, con una gran oferta cultural. Un lugar en el que puedas conocer sus iglesias, donde cada una de sus calles te cuente un poco de su pasado…
Si eres algo más activo, debes saber que hay pueblos en los que el patrimonio cultural no es lo más destacable, y es su parte natural la que atrae al turismo. Si eres un aventurero, te gusta recorrer senderos nuevos, y contemplar la magia de la naturaleza, tendrás que buscar estas poblaciones.
Norte o sur
Hay gente de norte, y gente de sur. Eso es así.
Si tú ya sabes cuál es la zona que más te gusta, entonces tienes la mitad de este punto solucionado.
Aunque, no todo el norte es igual, y todo el sur tampoco. Especialmente en estos casos, tenemos que tener en cuenta la temporada y la zona en la que queremos instalarnos. No será lo mismo viajar al norte en invierno, que hacerlo en verano, y lo mismo pasa con las zonas del sur.
Así que una vez que delimites este punto, ya tienes mucho ganado.
Tipo de compañía
Uno de los puntos clave para acertar sí o sí, es saber qué tipo de personas nos acompañan en estos días libres, si nos acompaña alguien.
Cuando viajamos en pareja, es mucho más fácil ponerse de acuerdo en las zonas a visitar, o al menos esa es la teoría. Pero, ¿qué pasa cuando son viajes familiares? Pues que elegir el tipo de alojamiento, y el lugar es mucho más difícil, especialmente si entre nuestros acompañantes hay edades dispares.
Conocer cuáles son, y orientar un poco el lugar a nuestras preferencias y las de ellos te harán mucho más sencillo ganarte el título de organizador estrella.
¿Conocido o por descubrir?
Ya que viajas, hazlo a un sitio que todavía no conozcas y así podrás descubrir espacios únicos y crear experiencias nuevas. Pero también es cierto que, dependiendo de alguno de los puntos anteriores, resulta más sencillo ir a lugares que ya nos conocemos, y más si antes nos han gustado.
Así que, si vas a uno de esos sitios en los que ya has estado, tendrás mucho más fácil hacer el planning de visitas y de días; y si te decantas por descubrir algún pueblo nuevo, lee un poco sobre él y señala los puntos más importantes.
Y si ya tienes todos estos puntos dominados, ahora ya solo te queda empezar a hacer las maletas.