Cada profesión existente es valiosa y realiza una labor de utilidad para el desarrollo de nuestra economía y de nuestra cultura. No obstante, solemos pasar por alto una buena parte de los mismos y nos centramos en las profesiones modernas, dejando de lado todo lo que las actividades tradicionales han aportado a nuestra vida.
De hecho, muchas de estas podrían considerarse a día de hoy en peligro de extinción. En parte, esto se debe a la industrialización, especialmente en el sector primario del campo y actividades agrícolas.
Hoy, en concreto, nos referimos a las tareas de pastoreo y trashumancia. La figura del pastor siempre ha estado un poco escondida, y sin embargo es a la vez importante en la cultura española, ¿o acaso un Belén es un Belén sin los pastores que van a ver al recién nacido Jesús?
Aún quedan algunos vestigios y algunos pueblos en España que se aferran a la forma tradicional de pastoreo, dejando a los animales libres en los campos, vigilados por fieles perros, y que aprovechan lo que los rebaños ofrecen de manera natural: lana, leche, carne, etc.
En honor a este trabajo tan respetable, hoy os vamos a hablar de algunos de los pueblos que aún mantienen las tradiciones de pastoreo en nuestro país.
Albarracín (Teruel)
Albarracín es un conocido pueblo de España gracias a su gran encanto y a su valioso casco antiguo, considerado Conjunto Histórico-Artístico. Su punto más alto se encuentra a 1812 metros de altitud.
El pueblo es un importante punto de paso durante la época de la trashumancia, donde pese a sus empinadas cuestas, calles angulosas y escalones, los rebaños y sus pastores pasan en camino hacia la sierra de Albarracín, partiendo desde los Montes Universales.
Si visitas este lugar, no puedes irte sin ver algunos de sus monumentos más bonitos, como su imponente muralla. También tiene los restos de un alcázar muy bien conservado con algunas torres intactas, y algunos edificios religiosos como la catedral del Salvador y su palacio episcopal.
Ujué (Navarra)
Ujué es una pequeña villa medieval con menos de 200 habitantes. La ruta de trashumancia de esta población se establece desde las Bardenas del sur de Navarra hasta los Pirineos, y viceversa en otras estaciones del año.
A principios del siglo XX pasaban cada vez por allí hasta 13.000 cabezas de ganado, lo que lo convertía en un importante punto para la ganadería regional.
Actualmente es un enclave que depende más del turismo que de otra cosa, y aprovecha ese atractivo de la Edad Media como reclamo. Destaca especialmente por su iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué, cuya existencia se estima que empezó en el siglo X.
Alrededor de esta iglesia se construye el pueblo, en el que también se pueden visitar monumentos como el Castillazo o la ermita de San Miguel.
Pedraza (Segovia)
Pedraza es uno de esos lugares que siempre aparecen en las listas de “los pueblos con más encanto de España”, y no es para menos. Como Conjunto Monumental, destaca por sus calles y casas construidas en piedra, dándole un aspecto antiguo y respetable.
La tradición del pastoreo se mantiene fuerte en estos lares ya que en el pasado fue uno de los grandes impulsores para su economía, que se basaba en la ganadería y el uso de la lana para fines textiles.
Solo hay una entrada al centro del pueblo, conocida como el Arco de la Villa, construido en el siglo XI. Dentro se pueden visitar varios lugares, como una antigua cárcel, su plaza Mayor o la iglesia de San Juan.
Es un municipio en el que parece no pasar el tiempo, aislado del exterior a excepción de esa única entrada y salida.
Caleruega (Burgos)
Caleruega es un pequeño pueblo de Castilla y León que siempre ha tenido mucho respeto por las labores agrícolas. En la mayoría de sus descripciones se lo menciona como una tierra de ‘labranza y pastoreo’.
De hecho, en su camino de las loberas se ha construido un pequeño museo que muestra y explica los antiguos métodos de trabajo de los pastores. También se lo considera un centro de interpretación de la naturaleza.
En el pueblo se pueden visitar diversos monumentos y edificios de relevancia cultural e histórica, como son el monumento al labrador, la iglesia de San Sebastián o el convento y torreón de Santo Domingo de Guzmán.
Sigüenza (Guadalajara)
Sigüenza es un pueblo de Castilla-La Mancha, que destaca por las vías pecuarias que hay en sus alrededores. Es un punto de paso para los rebaños, que, al estar bastante bien situado en el centro de la meseta, sirve como desvío hacia cualquier punto del mapa.
Este pueblo es especialmente conocido por su rico patrimonio arquitectónico. Tiene numerosos edificios religiosos repartidos por todo el casco, como su catedral de Santa María y otras tantas iglesias.
Tampoco debes perder la oportunidad de disfrutar de su gastronomía. Tiene varios platos típicos que hacen la boca agua solo de olerlos, como la sopa castellana, las migas al pastor, o los platos de cordero.
Villaluenga del Rosario (Cádiz)
En Villaluenga del Rosario el sector ganadero sigue teniendo una gran relevancia. Hay al menos 33 ganaderos y unas 5.000 cabezas de ganado que dependen del pastoreo para mejorar sus condiciones de vida.
Es por eso que se ha lanzado una iniciativa para fundar una escuela de pastoreo de la que puedan salir pastores comprometidos con el trabajo, para tratar de recuperar un poco la profesión.
Es normal que quieran mantener esta tradición, porque algo tiene que aportar a la hora de que este pequeño pueblo celebre la Feria del Queso Artesanal de Andalucía. Además de eso, también hay un museo del queso del cual te podrás llevar algunos deliciosos productos artesanales y derivados de la leche.