Seamos sinceros. ¿A quién no le gustaría disfrutar de un espacio natural con sus flores, sus olores y sus colores ahora mismo? Seguro que a la mayoría de vosotros. Pero como buenos ciudadanos, tenemos que conformarnos con verlo desde nuestra casa.
Además, vamos a ser positivos, si eres alérgico te ahorras los estornudos, además de cantidades de papel y el molesto picor en los ojos. Esta vez vas a poder profundizar en esos campos llenos de flores y naturaleza sin un solo achús. Apetecible, ¿verdad?
Pues hoy, nos solidarizamos todos con los alérgicos –vamos a mirarlo por el lado del humor- y vamos a ver cómo florecen los campos desde el sofá de casa, calentitos, y en pijama.
¿Te vienes con nosotros?
Valle del Jerte
Cuántas veces habremos hablado de este rincón de Cáceres. Y cada vez que volvemos a él, nos gusta un poco más, especialmente en esta época, donde se tiñe de un espectacular manto blanco del que queremos que seas partícipe.
Su panorámica la forman más de medio millar de cerezos de los que comienzan a brotar los primeros pétalos blancos de sus flores, lo que le da esa fotografía perfecta que te animamos a que inmortalices. Y como se suele decir, lo bueno si breve, dos veces bueno.
Es el refrán perfecto para este rincón, ya que su floración dura apenas 10 días. Y aunque cada año la fecha es variable, suele oscilar entre la última semana de marzo, y la primera de abril.
¡Impresionante!
Astigarraga
Un pueblo que tiene mucho que decir en cuanto a paisajes primaverales se refiere. Este rincón del País Vasco te va a dejar con la boca abierta.
Si tenías pensado conocer, o volver a San Sebastián, ésta es la excusa perfecta ya que nos encontramos en el periodo de tiempo perfecto para disfrutar de una de sus postales más bucólicas. Sus campos comienzan a florecer a final de marzo, y no es hasta mayo cuando dejamos de contemplar estas vistas.
¿De qué se trata? Pues de miles de hectáreas de manzanos en flor, que dejan un perfil muy parecido al anterior de flores blancas y rosáceas.
Es todo un evento en el País Vasco, así que no dejes de conocerlo.
Brihuega
Nuestra tercera parada la hacemos en este pueblo tan famoso por su paisaje. Forma parte de la provincia de Guadalajara, y es uno de los destinos preferidos por los turistas amantes de la naturaleza.
Si tú también eres uno de ellos, entonces habrás escuchado hablar de este lugar, aunque tranquilos, que si no conocéis nada de este rincón manchego, te lo enseñamos.
Es posible que ya podamos salir de casa para entonces, porque no es hasta el mes de julio cuando sus campos de lavanda empiezan a enseñarnos su tesoro más preciado: su floración.
Se le conoce como la Provenza española, y es que las vistas, con la predominancia de esta tonalidad morada, y ese olor tan característico nos recuerdan a ese pedacito de cielo italiano.
Polán
Hemos pasado por los blancos, los rosáceos, los morados, y ahora llegamos hasta el rojo pasión. Pasión por la naturaleza y por este espacio en Toledo que te llenará de color las retinas.
Y es que hablamos de los famosos campos de amapolas. Rincones en los que merece la pena estar para cuando éstos florecen y dejan su manta roja intensa sobre la tierra que cubren.
Llegamos justo a tiempo, porque comienzan su primera floración en abril, mientras que en septiembre será la segunda. La gama de colores no sólo se centra en los intensos rojos, y es que las hay diferentes, nadando entre los amarillos o los violetas.
Sin duda, ¡toda una experiencia que disfrutar! No te pierdas sus más de 50 hectáreas de belleza absolutamente natural.