La Sierra de Madrid, o la parte de la sierra que se denomina con este nombre, pero que comprende espacios pertenecientes a las provincias colindantes, tiene espacios de gran belleza en su territorio, en los que poder perderse, y descubrir la magia que guarda.
Hay desde cascadas, lagos y grandes laderas; hasta elementos históricos que guardan las leyendas de nuestros antepasados. Todo tipo de atractivos son los que vas a encontrar en la zona, y que harán que no te quieras ir.
Tan cerca, y a la vez tan poco explorada es esta zona en la que os aseguramos que vais a encontrar puntos muy, pero que muy curiosos, que jamás habías imaginado que pudieran encontrarse.
Te proponemos un plan de lujo: visitar los 10 mejores lugares de la sierra de Madrid, y sorprenderte más con cada uno de ellos.
Apunta, que comienza la aventura. ¿Estás preparado?
El Búnker de Cabeza Líjar
Te ponemos en situación: estamos en la Sierra de Guadarrama, sobrepasando los 1.800 metros de altitud, y con un paisaje montañoso que te hará sentir muy libre.
Un macizo granítico que tiene en la parte más alta de su estructura -atención- un búnker real, que data de la Guerra Civil. Sin duda, y como puedes imaginar, es una de las estampas de la sierra más fotografiadas por su espectacular contraste entre naturaleza e historia.
Actualmente, el búnker es un refugio, y actúa como mirador de excepción hacia las montañas cubiertas por tupidos mantos de pinos.
La Mina de Wolframio
A pocos kilómetros del Alto de León, y sin apenas movernos de la ubicación anterior que se centra en la montaña de Cabeza de Líjar, se encuentra este espectacular paraje.
Se trata de una antigua mina abandonada que tuvo sus mayores índices de actividad sobre la época de los 50, cuando era una de las principales explotaciones de wolframio.
Actualmente, su estado de abandono tiene un halo misterioso que invita al turista más intrépido, a adentrarse en sus galerías que, por las filtraciones de la montaña, están cubiertas de agua. No obstante, hasta donde las condiciones nos permiten acceder, las vistas son impresionantes.
La Silla de Felipe II
Nos encontramos ahora en el municipio de San Lorenzo de El Escorial, donde en su parte más alta, nos encontramos con una zona natural, que es el canchal, y en el que se encuentran esculpidas en la roca varias figuras que guardan muchos secretos e historia.
Hay tres conjuntos de piedra retocados en forma de asientos, donde según cuentan, en el principal, que mira directamente hacia el espacio en el que se encuentra el Monasterio, se sentaba el rey Felipe II, para controlar cómo avanzaban las obras del mismo.
Lo cierto es que, en la actualidad, la panorámica del Monte Abantos, y del Monasterio, es privilegiada, y recibe muchas visitas a lo largo del año.
La Senda de Canencia
Si eres amante de la naturaleza, en este recorrido vas a encontrar todo lo que buscas dentro de un paisaje que parece sacado de un cuento.
Especialmente en otoño, pero perfecto en cualquier época del año, este recorrido de poco más de 6 kilómetros te dejará disfrutar de los elementos de la naturaleza típicos de la zona.
A tu paso por la zona, encontrarás entre otros elementos, la casacada de Mojonavalle, que es un impresionante salto de agua, junto al que hay un mirador que sin duda, te recomendamos visitar.
Las vistas son impresionantes.
El Monasterio de El Paular
Sin duda es uno de los puntos de mayor valor arquitectónico de todos los que se localizan en el Valle Alto de Lozoya. Un lugar con una belleza incomparable, cuyos muros cargan historia y leyendas.
Fue en agosto de 1390, cuando se comenzó a construir esta joya de la arquitectura, a pocos kilómetros de la zona de Rascafría, lo que le aportaba además, un extra en cuanto a paisajes.
Tras unos años sin actividad en su interior, pasó a ser ocupado por los monjes benedictinos que aún hoy, hacen su vida en una zona destinada a ellos.
Es un espacio muy concurrido y visitado por los madrileños, que van a escapar del ajetreo de la capital, y a respirar el aire fresco que reina en la zona.
Pontón de la Oliva
La presa más antigua del Canal de Isabel II y con más historia es nuestra siguiente parada en el Bajo Lozoya.
Construida por presos, esta megalítica estructura de 72 metros de largo, y casi 30 de alto, fue durante muchos años, el lugar de trabajo de los presidiarios, de quienes hoy en día aún se pueden ver algunos detalles.
Lo que más nos impresiona de este espacio, es el camino voladizo que hay pegado a la roca, y en el que te recomendamos que no mires abajo si tienes mucho vértigo. Una pasarela estrecha en la que, mientras caminas, puedes escuchar el eco de tu respiración mientras sólo transmite calma el paisaje verde que hay en los alrededores. Sólo las argollas de hierro desgastado, a las que se sujetaban los presos que trabajaban en este lugar, serán testigos de tu presencia aquí.
El Hayedo de Montejo
Uno de los espacios naturales más bonitos que vas a poder encontrar en la provincia de Madrid. Sin duda, un paisaje que merece la pena visitar por la espectacularidad de sus frondosos elementos, y por los colores que éstos aportan al paisaje.
Es de gran valor paisajístico, por lo que se considera como Espacio Natural Protegido, y por tanto, tiene un número limitado de visitas por día, lo que hace de esta escapada, un auténtico privilegio.
No dudes en visitar estas 250 hectáreas cubiertas de hayas, muy cerca de la sierra de Ayllón, y por supuesto, de disfrutar del aire puro y las mejores vistas de la zona.
Cascadas del Purgatorio
Si antes hablábamos del Monasterio de El Paular como emblema de la arquitectura de la zona; ahora nos centramos en los espacios naturales que adornan las vistas del mismo, y que le otorgan una panorámica espectacular.
Dentro de la Sierra de Guadarrama, este paraje de incalculable belleza es uno de los más considerados para los amantes de la naturaleza.
Las cascadas del Purgatorio las forman dos saltos de agua, a diferentes alturas, y por tanto, a diferentes niveles de acceso. Lo cierto es que la pendiente a la que se ven sometidas estas cascadas, supera los 10 metros, adquiriendo una espectacularidad como en pocos lugares puede haber, y estando rodeado además, de un terreno lleno de sauces y pinos que lo tiñen todo de un verde intenso.
La Pedriza
Dentro del municipio de Manzanares el Real, y perteneciente a la zona sur de la Sierra de Guadarrama, nos encontramos con el punto y final a nuestra ruta por la Sierra de Madrid.
Uno de los emblemas de la provincia para los domingueros y amantes de la escalada, que encuentran aquí, un verdadero paraíso natural lleno de canchales y riscos que se adornan con los arroyos.
Tiene más de 3.200 hectáreas de pura adrenalina, con picos de varias elevaciones entre los que se encuentran Torres de la Pedriza, que supera los 2.000 metros de altura, y El Alcornocal, siendo de los más bajos, y superando apenas los 1.000 metros.
Patones de Arriba
Uno de los pueblos más bonitos de la zona de la sierra de Madrid. Sin duda, es la meta de cientos de turistas que, cada fin de semana se acercan a conocer su estructura.
El casco urbano, que sigue las directrices de la Arquitectura Negra, tiene sus calles empedradas que se combinan con la naturaleza más pura de los valles y laderas que hay en los alrededores.
Es uno de los pueblos mejor valorados por los madrileños, y con las mejores vistas.
Chorrera del Hornillo
Es otro de los regalos que nos hace la naturaleza en esta zona. Se trata de un paraje natural que tiene como protagonista una cascada de unos 10 metros de longitud.
En su camino por el canchal, las aguas del arroyo van modelando el terreno, que se rodea de la vegetación endémica más característica de la zona.
Una parada que no puedes perderte si quieres disfrutar a fondo del terreno.
Estamos seguros de que no conocías esta zona de la manera en la que te la hemos mostrado. Y, si a ti también te han entrado ganas de recorrer cada uno de sus espacios, no eres el único. Nosotros estamos deseando volver y disfrutar de ello.