Posada Tres Valles

En el centro de Cantabria, concretamente el pueblo de Mirones, cercano a Santander y a numerosos enclaves rurales y naturales de gran interés, encontramos esta coqueta posada rural, construida al estilo rústico en piedra y madera, que ofrece habitaciones pensadas para que cualquier huésped sienta que ha llegado a casa.

En total dispone de espacio para albergar a 28 inquilinos en sus 10 habitaciones. A pesar de algunos servicios comunes, tienen características diferenciadoras, para que los clientes puedan configurar su estancia a su gusto.

Disponen de 2 habitaciones dobles estándar, con una cama de matrimonio y vistas al pueblo. Se puede disponer, según la habitación, de cama supletoria.

Para albergar a familias y grupos, la posada tiene 3 habitaciones familiares para 3 o 4 personas, con una cama de matrimonio y 2 individuales, o 4 individuales; de las camas individuales, 2 están en una litera.

Por último, hay 6 habitaciones dobles superiores, una de ellas con terraza mirador, que tienen cama de matrimonio y sillones de lectura en el espacio del dormitorio. En esta habitación no se admiten mascotas.

A pesar de ser diferentes en su capacidad, distribución y estilo, todas ellas disponen de cuarto de baño propio, completo y con todos los productos de baño y aseo precisos. En la zona de descanso podrán ver la televisión, o conectarse a internet por wifi, disponible en todas las estancias.

Los huéspedes tendrán a su disposición una zona de aparcamiento donde dejar el vehículo a buen recaudo. Existen camas supletorias para algunas habitaciones, bajo abono de un suplemento, y también cunas para bebés.

El desayuno no está incluido, pero puede solicitarse. Los propietarios regentaban antes un servicio de hostelería y restauración con buenas críticas, y elaboran ellos mismos la bollería del desayuno; en la cafetería de la posada puede encargar comidas y cenas, disfrutar de pinchos o un menú completo.

La cafetería dispone de salón interior y una terraza vallada con parasoles, sobre el jardín de la posada. Además de esta zona, existe una sala de estar en el interior, con una librería, excelente para reunirse a descansar, discutir el plan del día o relajarse con una buena lectura.

Además de las numerosas rutas y actividades que se pueden realizar en el Valle de Miera, en los alrededores no faltan parques y enclaves de obligada visita.

A 12 kilómetros encontrará el Parque de la Naturaleza de Cabárceno, un espacio naturalizado donde un centenar de especies animales de todas partes del mundo conviven en régimen de semilibertad.

La Cueva del Soplao, una asombrosa formación geológica, podrá encontrarse a menos de media hora de recorrido, y es una visión increíble de estalactitas y estalagmitas creciendo en todas direcciones.

Al norte podrá encontrarse el Parque Natural Macizo de Peña Cabarga, y al noreste llegará a las Marismas de Santoña, una visión de comunión de tierra y mar impresionante.

Por su cercanía a la costa, no debe descartarse la visita a los núcleos urbanos de la zona y sus numerosas playas. Destaca la playa Salvé de Laredo, y las varias playas de Santander para todos los públicos, especialmente la playa del Sardinero.