Posada La Panadería

A 10 kilómetros de Torrelavega y a 25 de Santander encontramos Villabáñez, el pueblo donde se alza esta gran casona montañesa, una antigua panadería completamente reformada en el año 2006 y con todos los servicios y comodidades modernos.

Con estilo rústico que no ha renunciado a las paredes de piedra vista y los techos de madera, elige el blanco para el mobiliario, la escalera y paredes interiores, de manera que el ambiente rural y antiguo se ve complementado por una sensación de amplitud, iluminacion y limpieza.

El hotel dispone de espacio para un total de 17 personas en sus 7 habitaciones de gran tamaño, todas ellas con wifi gratuito y televisión de pantalla plana. El baño privado que corresponde a cada habitación se encuentra completamente equipado, con plato de ducha de gran tamaño y sistema de ahorro de agua. El alojamiento cuenta con cunas para bebés, por lo que hasta los huéspedes más pequeños tienen cabida en el hotel.

Hay ciertas características que distinguen a algunas de las habitaciones. La primera de ellas es que 3 habitaciones son de matrimonio y las otras 4 son dobles con camas individuales. 5 habitaciones pueden incluir cama supletoria, y algunas de las habitaciones tienen aire acondicionado en verano. También hay una habitación, en la planta baja, que está adaptada para personas con movilidad reducida.

Existe la posibilidad de traer consigo a las mascotas, pero solo en la habitación de la planta baja. Se dispone, de todas maneras, un recinto exterior en el jardín donde puede dejárselas mientras el dueño no se encuentre en la habitación.

El régimen de alojamiento incluye desayuno, que se sirve a diario en el salón compartido; este salón, luminoso y rústico, dispone de mesas y sillas, y anexa hay una zona de estar con sofás y mesas bajas, con una librería al fondo donde los huéspedes podrán encontrar libros y revistas para pasar el rato, así como folletos informativos sobre la zona y las actividades que se llevan a cabo. Hay aseos para hombres y mujeres en la zona común, de manera que no hay que volver a la habitación para hacer uso de uno.

En el exterior también hay varias zonas donde pasar el tiempo cómodamente y en un entorno agradable. De la zona de estar se apsa al porche, con mobiliario de exterior, que incluye cómodos sillones y tumbonas. Más allá se extiende el jardín de 4000 metros cuadrados, con hierba verde y salpicado de árboles, y que incluye una pequeña zona chill out apropiada para el verano. Desde este jardín se puede bajar, a través de un acceso exclusivo, al río Pas, zona de pesca de trucha y salmón, pero que los huéspedes pueden usar para bañarse en verano, cuando el tiempo anima a ello.

Situado entre Cabárceno y Santillana del Mar, está cerca de numerosos enclaves rurales y de costa que el huésped no debería dejar de visitar, como Castañeda, entre cuyas joyas arquitectónicas se encuentra el Palacio de los Alvear y la Colegiata de Santa Cruz. En Puenteviesgo se puede, además, disfrutar de las aguas del balneario, cuya reserva puede hacerse en el propio hotel.

En Santillana del Mar no debe perderse la Colegiata de Santa Juliana, ni olvidarse de degustar la gastronomía norteña. Santander y sus playas quedan a 25 kilómetros, por lo que es una visita que no debe descartarse, además de otras muchas playas de la costa del Cantábrico, a apenas 20 minutos en coche.

Entre los núcleos naturales de obligada visita, es necesario destacar el parque natural de Cabárceno, con hermosos paisajes, rutas y fauna que descubrir. Las Cuevas del Soplao son unas impresionantes formaciones geológicas que dejan sin habla al contemplarlas, por lo picudo de sus estalactitas y los colores que la luz forma sobre las paredes.