Mas Taniet L´Hotelet Rural

En este edificio histórico, recién reformado, y que data del siglo XVIII podemos hospedarnos bajo un entorno sin igual. Rodeados de árboles frutales, en una extensión de 4000 metros cuadrados, está este pequeño hotel rural con 8 habitaciones.

En total puede hospedar hasta 17 personas, que se verán rodeadas de los increíbles aromas de la naturaleza, y donde despertaran gracias a los rayos de sol que entran por las ventanas de los dormitorios. Imagínate abriendo los ojos una mañana sin más preocupación que bajar a desayunar al buffet del hotel y pensando que tu siguiente plan va a ser echarte en la tumbona con un buen libro o con el periódico del día.

Y después de un rato al sol, date un baño refrescante en la piscina exterior. Además, hay otra piscina un poco más pequeña y con menos profundidad para que los niños jueguen tranquilamente.  Para ellos hay también un parque infantil, con columpios, un tobogán… Aquí estarán divirtiéndose y pasándoselo en grande como los niños que son.

En el exterior también una zona que gustará tanto a los más pequeños: el gallinero. Aquí verán cómo se crían las gallinas, junto a pollitos y, cómo no, un gallo. En esta mini granja también hay ocas y un cerdo vietnamita.

Y siguiendo con el entorno natural hay un huerto donde se cultivan tomates, lechugas, pepinos… ofreciéndonos productos totalmente naturales. Con ellos, y las frutas recogidas de nuestros árboles, luego se cocinan los platos que se ofrecen a los huéspedes. Y es que en este hotelito hay un comedor con capacidad para 30 personas, en el que los inquilino pueden encargar comidas y cenas.

Para ellos hay diferentes tipos de menús, también para niños y para vegetarianos. E incluso, para personas con alergias o intolerancias alimenticias.

Ya en el interior de la casa, hay un pequeño salón común para los inquilinos donde encontrarán un televisor, y una chimenea de piedra de lo más acogedora. Junto a ella se crea un bonito rincón de lectura.

En cuanto a los dormitorios, que tienen nombre de frutas de la zona, todos cuentan con un baño propio que van con ducha o bañera indistintamente. 

Y para los clientes, en la zona exterior, hay un aparcamiento privado.

A unos 500 metros de la casa, y dando un agradable paseo se llega hasta el río Ebro. Aquí también podrás bañarte en su agua dulce y ¡fría!

En él podrás navegar y hacer excursiones en piragua que te ofrecen los dueños del hotel. Ellos te prepararán también visitas guiadas como el vastillo de Miravet, el poblado ibérico que hay en Rivissa o te llevarán a concoer el pueblo de Corbera.

En su bajada hacia su desembocadura el Ebro pasa por Benissanet, donde puedes visitar la Torre de Cervelló, o hacer la ruta literaria.