La Juderia de las Arribes

Casi en el límite con Portugal, en el pueblo de Silvestre, existe una pequeña casa rural donde puedes pasar unos días en una auténtica vivienda salmantina. Su encanto se nota desde el momento en el que entras en ella, nada más encontrarte con la zona de recepción. Aquí, y tras una auténtico mueble de madera maciza y con sus muchos años de antigüedad, te recibirán con una gran sonrisa y te informarán de todas las comodidades que puedes encontrar en la casa.

Te enseñarán alguna de las zonas comunes como es el propio recibidor desde el que suben las escaleras que dan acceso a las habitaciones. Están junto a una pared de piedra vista, que de hecho, es una de las paredes originales de esta antigua casa reformada.

En cuanto al hotel en sí, hay disponibilidad para alojar hasta 21 personas en las 9 habitaciones que hay. De ellas 7 son dobles, una es triple y la última es cuádruple.

Desde este hall pasamos a la sala de estar, donde además de haber una zona con varias mesas, hay también cómodos sofás junto a la chimenea y con increíbles vistas al Parque Natural Arribes del Duero.

En el exterior de la casa, el uso de la terraza también es común. Aquí podréis desayunar disfrutando de las agradables temperaturas de la zona durante la época estival, y esto ¡no se puede negar!

Concienciados con el medio ambiente en la casa decidieron crean un huerto ecológico, de donde, en función de la época del año, crecen jugosos tomates, brócoli que están muy cerca de zonas con árboles frutales como algún naranjo.

En la zona de la bodega también hay un pequeño pozo.

Bajo el nombre de restaurante El Almendro también regentan este pequeño establecimiento al que tienen acceso no solo huéspedes, sino todas aquellas personas que se quieran acercar. De hecho se decidieron a abrir la casa en 2006, tras casi 10 años de experiencia previa en el restaurante.

Aquí es Mari, la propietaria, quien está al mando de la cocina y prepara auténticos platos de la zona siempre con productos frescos.

Muy cerca del paso del río Duero y rodeado de un espectacular paisaje descubrimos Vilvestre, un pueblo en el que aún quedan restos de un antiguo castillo de frontera, utilizado durante las luchas contra Portugal.

El caserío conocido bajo el nombre de Rollo de Justicia es muy visitado y gustan mucho sus balconadas y su estilo gótico. Igual de visitada es el paseo en barco que se hace desde el embarcadero, donde te enseñan las diferencias que hay entre España y el país vecino. Además navegarás por el lago que hay en el Parque Natural de Arribes del Duero, en el que hay especies de cigüeña negra, alimoche y águila perdicera que no son tan fáciles de ver.