Hospedaje Vega

Esta casa rural, enmarcada por las calles y la historia de Santillana del Mar, en Cantabria, fue reformada en 2011 para mejorar sus instalaciones y ofrecer a sus huéspedes el mejor servicio en una de las ciudades con más encanto de la región.

El centro dispone de 7 habitaciones, cada una de las cuales ha sido tratada con mimo y esmero para hacer de ella un reducto único, para hacer que el huésped sienta que se ha pensado en él a la hora de alquilarla.

De las 7 habitaciones, 5 son dobles, con una cama de matrimonio o 2 individuales, y las 2 restantes son triples, con camas individuales. Esta distribución hace posible configurar la estancia de acuerdo con el número de ocupantes, según sean una familia, un grupo de amigos o varias parejas, hasta un máximo de 16 personas alojadas en el recinto.

Todas las habitaciones, independientemente de su número de camas, disponen de su propio baño individual, completo, además de calefacción, que asegura una correcta temperatura, y una televisión dentro del dormitorio; junto con el acceso a internet, está completamente equipada para que los huéspedes no tengan problema en pasar tiempo dentro de ella. Como añadido, todas las habitaciones son exteriores, y desde sus ventanas se divisan diferentes puntos de la ciudad.

El hospedaje ofrece a sus inquilinos una serie de servicios añadidos que estos no desdeñarán, tales como una zona de aparcamiento, servicio de recepción las 12 horas e información durante 24 horas y varias zonas comunes.

De estas zonas comunes destaca el salón social, con una televisión y varios sofás y sillones, junto al mostrador de recepción y con vistas a la terraza a través de la gran cristalera.

En el exterior, los huéspedes podrán disfrutar de un amplio espacio verde, que rodea la casa y la nutre de otros servicios, como la barbacoa y la zona de juegos para niños, que convierten al hostal en un recinto ideal para todas las edades.

Su ubicación es magnífica: a tan solo 5 minutos caminando del casco histórico de Santillana del Mar y a 2 minutos de la réplica de las Cuevas de Altamira; también está situado junto a la carretera que lleva a las cuevas originales.

A tan solo 17 kilómetros queda Comillas, una ciudad costera con grandes monumentos arquitectónicos, como son el Palacio de los Sobrellano y el Capricho de Gaudí, y playas de aguas deliciosas con corrientes suaves.

Santander queda a 32 kilómetros, y tanto sus playas como sus múltiples atracciones turísticas culturales son de obligada visita. Desde allí, a un kilómetro de distancia de la capital, se puede acceder al Parque de la Naturaleza de Cabárceno, referente mundial de espacios naturalizados por el hombre.

No se debe perder la Cueva del Soplao, una formación geológica impresionante, cuyas estalactitas crecen en todas direcciones, arrojando un espectáculo de formas y colores asombrosos.

El Parque Nacional de los Picos de Europa, a 90 kilómetros, es una amplísima reserva con gran cantidad de paisajes vírgenes y escenarios de ensueño que el visitante no querrá olvidar.