Tortosa es un municipio dentro de la provincia de Tarragona que tiene un encanto especial y una historia de la que podrás ser partícipe. Su pasado hace que tenga una gran cantidad de puntos de interés y que ponga en el mapa a esta joya que es además, capital del Bajo Ebro y que tiene una población de unos 34.000 habitantes.
Sin duda, uno de sus grandes atractivos es el río Ebro, que pasa por el municipio y que deja una estampa digna de postal que podrás contemplar desde sus caminos en la ribera o desde los diferentes puentes que lo salvan. Es sin duda, uno de los tesoros de su patrimonio.
También vas a poder surcar sus aguas a bordo de un laúd que es una réplica de las antiguas embarcaciones que cruzaban el río y que es una de las actividades más demandadas en la zona que te permiten, a través de un tranquilo crucero, contemplar esta población desde el agua.
¿Qué ver en Tortosa? Saliendo un poco de sus recursos naturales y adentrándonos en su patrimonio cultural en el que confluyeron tres culturas (cristiana, judía y musulmana), la historia nos ha dejado una gran cantidad de lugares para visitar por lo que la ciudad ha sido declarada Conjunto Histórico Artístico.
En cuanto a los puntos de mayor interés, si por algo es famoso Tortosa es por su impresionante Castillo de la Zuda, una fortaleza desde la que vas a encontrar las mejores vistas del pueblo y del macizo del Els Ports. Hoy en día es Parador Nacional y en su territorio se encuentra el único cementerio árabe de Cataluña.
Otra de las visitas que no pueden faltar en esta guía de Tortosa es la Catedral de Santa María, que guarda en su interior una gran colección de arte. Tampoco te puedes perder el Palacio Episcopal, junto a la Catedral y que data de los siglos XIII y XIV.
En cuanto a su patrimonio religioso, también se encuentra el Convento de Santa Clara que es uno de los más antiguos y cuyos muros se levantaron en el año 1283.
Paseando por sus calles vas a poder conocer los Reales Colegios, que son tres edificios de carácter renacentista que están declarados como Monumento Nacional desde 1974; así como también pararte a admirar las vistas que dejan los diferentes palacios que decoran su entramado.
Y para darte un respiro, nada como acercarte hasta la playa que tiene Tortosa. Se trata de la playa de la Xiquina, de origen fluvial y equipada con una zona de picnic que te permitirá pasar un día tranquilo en familia.
¿Cómo llegar a Tortosa? La mejor opción si quieres moverte por la zona y sus alrededores es venir en coche, pero si lo prefieres, también hay tren directo y diferentes líneas de autobús para que puedas conocer el municipio.
Además, tienes la opción de ver en los alrededores otros puntos de interés como el Delta del Ebro o la Vía Verde para los más intrépidos, o pueblos con mucho encanto como Miravet. Si eres amante de la historia, te recomendamos conocer las pinturas rupestres de Ulldecona.
Si todo esto ya te ha enganchado a Tortosa, en el centro y los alrededores existe la opción de alquilar una casa de campo o una casa rural en el Parc Natural dels Ports que protege el municipio, y que te permitirá tener un alojamiento perfecto para pasar tus vacaciones.