Si hablamos de transportarse tiempo atrás, Horta de Sant Joan es uno de esos lugares que te llevarán hasta la época medieval a través de sus calles y arquitectura, y donde conocerás el turismo rural desde otro punto de vista.
Para que te ubiques, la localidad se encuentra en Tarragona y forma parte de la comarca de las Tierras Altas, que lindan con el Bajo Aragón, y, además, está integrada en el increíble marco del Parque Natural del Ports, donde pasar una estupenda jornada de senderismo, rutas en bicicleta o, incluso, espeleología para los más aventureros.
¿Te contamos algo de su historia? Por sus tierras han pasado y convivido diferentes culturas, teniendo como una de sus primeras referencias, un antiguo asentamiento romano en las Rocas de Benet, en la zona alta del pueblo.
Pero si hablamos de su actual aspecto, este es, casi en su totalidad, de origen medieval, época en la que vivió su mayor esplendor.
También tenemos que remarcar sus sombras en la historia, puesto que, tristemente, esta zona fue escenario de la Batalla del Ebro, en 1938, una de las más cruentas de la Guerra Civil.
Si nos referimos a su patrimonio, entre sus estrechos callejones de piedra, uno de los edificios de referencia es la Sede del Ayuntamiento, una bonita construcción renacentista levantada en el siglo XIV sobre soportales, una característica muy repetida en todo el casco antiguo. Pero esta obra no es la única en su estilo, ya que la Casa Clúa o la Casa del Diezmo, también conocida como la Comanda, son ejemplos de edificaciones renacentistas.
Por otra parte, quizás, el monumento más imponente que encontrarás, es la Iglesia de San Juan Bautista, junto al ayuntamiento, que sobresale con una robusta figura de estilo gótico, construida en el siglo XII al borde del Barranco del Turó.
También a las afueras puedes encontrar monumentos, en concreto el Convento franciscano de Sant Salvador, sobre la montaña del que toma prestado el nombre. Solamente su ubicación hace de él un enclave de obligada visita, pero es que, además, sus vistas son asombrosas. Tiene sus orígenes en el siglo XIV, aunque, por desgracia, y a pesar de ser Bien de Interés Cultural, una parte del conjunto está en ruinas.
Aunque si hay algo que dejó huella, incluso en su actual patrimonio, fue la figura de Picasso, ya que, en una de sus malas épocas fue invitado a Horta de Sant Joan a pasar una larga temporada. El pintor quedó impresionado por este bello pueblo, al cual retornó en una ocasión. Fruto de esta relación nació el Centro Picasso, que expone parte de sus obras para rendirle homenaje.
Gran parte de la base de su economía se relaciona con la naturaleza, puesto que es una zona dedicada al cultivo de olivos y frutales, junto con la producción de vinos, destacando la mistela, una bebida preparada con mosto de uva al que se le añade alcohol y que tiene un agradable sabor dulzón, el cual no le resta protagonismo al famoso aguardiente de Horta.
Y como hablamos de productos de la tierra, ¿te hablamos sobre su gastronomía? Algunas de las preparaciones más conocidas son el cabrito rebozado o el civet de jabalí, un guiso con salsa de vino tinto y en el que rebañar hasta el último resto con el esponjoso pan cocido en horno de leña.
Sus dulces no se quedan atrás, puesto que pastas y mantecados son el punto final para una deliciosa comida.
A estas alturas te habrás enamorado de este pueblecito y querrás quedarte más de un día, así que ¿te preguntas dónde puedes dormir? El turismo rural es la opción más extendida, donde encontrarás desde preciosas casas de piedra a coquetos apartamentos, o acogedores hoteles, todos con la única finalidad de ofrecer un espacio de descanso perfecto para los viajeros.
¡Anímate y ven a conocer Horta de Sant Joan!