Grajera es uno de esos pueblecitos que destacan dentro del turismo rural para aquellos que buscan un lugar tranquilo en el que desconectar de la rutina. El pueblo se sitúa en las Tierras de Sepúlveda, en la provincia de Segovia, y en concreto al Ochavo de Bercimuel, formando parte, junto con una larga lista de localidades, de esta comarca.
¿Tienes ganas de descubrir Grajera? Para ello, te hacemos un breve resumen de su historia, de la cual se tiene constancia a partir del siglo XIII. Su población originaria fueron cristianos que se instalaron después de la ocupación musulmana, y se cree que provenían, en gran parte, de distintas zonas de Burgos.
Parte de su historia también la cuentan sus monumentos, incluidos dentro del núcleo urbano, como la Iglesia de San Vítores. Se trata de un edificio con forma de cruz latina y estilo barroco de finales del siglo XVIII, pero, además, en su interior alberga dos joyas históricas: una pila bautismal de la época románica y una custodia de sol realizada en plata del año 1768.
Otro punto de interés es la Picota de Garajera, aunque su uso no tenía buenos fines, ya que se trata de un rollo de ajusticiar en el que se castigaba a aquellos acusados de cometer delitos.
¿Te preguntas de qué viven sus gentes? En los últimos años, el pueblo ha incrementado su población ligeramente, superando los 200 habitantes, esto, en parte se debe a la creciente proliferación del sector servicios.
Aunque todavía parte de sus ingresos provienen de la agricultura, cada vez es en menor medida, mientras que el turismo rural y activo se abren paso fuertemente.
El espacio natural en el que se enmarca es ideal para realizar múltiples actividades de aventura para quienes quieren encontrar experiencias diferentes, a la vez que atrae a gente, especialmente de ciudades, que buscan un lugar de descanso en casas rurales, disfrutando de paz y privacidad.
¿Te preguntas cuándo son sus fiestas? A falta de una fiesta, a lo largo del año, hay señaladas varias fechas en el calendario de esta localidad.
Del 25 al 27 de agosto se celebran sus fiestas patronales realizando una bonita procesión encabezada por caballos mientras las gentes del pueblo bailan al ritmo de dulzainas. En estos días, la gente puede disfrutar de diversas actividades como concursos de disfraces o la más destacada: el Paseo Rodante, que consiste en pasear por todo el pueblo sobre cualquier tipo de vehículo con ruedas, pero sin motor.
El día 5 de febrero es cuando se hace la fiesta en honor a Santa Águeda y como colofón se remata la fiesta con una chocolatada.
Y respecto a la naturaleza, ¿qué puedes encontrar? Grajera está enclavada entre los ríos Riaza y Duratón. Esto hace que a poca distancia, puedas conocer el magnífico espacio natural de las Hoces del Río Duratón.
Se trata de un profundo cañón por el que discurre el río, formando sinuosas formas a partir de la constante erosión. Además, es un parque natural protegido por ser hábitat de muchas aves, entre ellas el buitre leonado, una especie que estuvo muy amenazada, pero afortunadamente se ha ido recuperando.
En el corazón de las Hoces del Duratón podrás realizar una agradable caminata, observando el espectacular paisaje que brinda, hasta la Ermita de San Frutos, antiguamente usado como monasterio, cuyos actuales restos datan del siglo XII.