Una vez que conozcas el Pirineo Aragonés no querrás salir de él y es que, especialmente si buscas naturaleza y tranquilidad, este espacio en el que destaca la belleza de su territorio te ofrecerá magia en todos sus rincones.
El paisaje del Pirineo Aragonés se compone de enormes montañas, con los picos más altos de España que superan los 3.000 metros de altura, así como valles llenos de naturaleza, ibones cristalinos y espectaculares barrancos en los que los más aventureros practican actividades de aventura.
La región del Pirineo Aragonés se compone a su vez de cinco comarcas, cada una de ellas con un punto de interés especial. Presta atención porque ahora puedes disfrutarlos tú a fondo.
¿Qué visitar en la Comarca de Sobrarbe?
Si por algo es conocida esta zona del Pirineo de Aragón es por el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, donde encontrarás numerosas rutas de senderismo entre las que queremos destacar la Ruta Cola de Caballo, de aproximadamente 18 kilómetros que tienen una recompensa espectacular en forma de cascada.
El Valle de Bujaruelo puede ser otra estupenda opción para disfrutar de las rutas media y alta montaña.
Y en cuanto a pueblos, esta comarca recoge los más interesantes y turísticos como Aínsa, Torla o Broto, villas medievales con encanto en las que disfrutar de la esencia pirenaica.
¿Y en la Comarca de Ribagorza?
Aquí vas a encontrar alguno de los puntos peculiares para los turistas. Si te decimos que hay una Muralla China, créetelo porque este espectacular accidente geográfico se encuentra entre Aragón y Cataluña. Es la muralla de Roques de la Vila.
Pero si esto no te ha impresionado, seguro que poner un pie en la pasarela de Montfalcó sí lo hace. Una excursión ideal para que disfrutes de la naturaleza.
¿Y si viajo hasta la Comarca del Alto Gállego?
Pues habrás escogido un destino con mucho encanto con vistas al Valle de Tena. Además, si eres amante de los deportes de nieve, estás en el lugar perfecto. Las estaciones de Formigal y Panticosa se llenan de gente con ganas de surcar los mares de nieve a bordo de los esquís. Y para cuando hayas terminado de esquiar, te estará esperando el Balneario de Panticosa, un remanso de paz en el agua del que saldrás casi flotando.
En cuanto al turismo un poco más urbanita, el pueblo de Lanuza es una opción ideal para conocer la típica arquitectura en piedra y pizarra.
La Jacetania, ¿qué puede ofrecerme?
Vistas espectaculares y monumentos especialmente en el pueblo de Jaca, que es uno de los más turísticos y en el que encontrarás un montón de alojamientos rurales perfectos para que disfrutes de las vacaciones.
El Monasterio de San Juan de la Peña, perfectamente integrado en la roca es una auténtica maravilla. Data del siglo XI y es, tanto por sí mismo como por su conjunto, una visita que no puedes perderte.
Por último, una visita a la Estación de Canfranc es uno de los reclamos en la zona, donde además de apreciar la belleza de su edificio, vas a poder adentrarte en algún vagón abandonado.