Masía Moli D´En Pi

Esta casona rural se encuentra asentada a muy poca distancia de la ciudad de Morella, perteneciente a la provincia de Castellón, en la Comunidad Valenciana con una tranquilidad que nos aporta la distancia de la bulliciosa ciudad que se suma a un entorno de gran importancia histórica y arquitectónica, lo que nos dejará una experiencia que casi seguro querremos repetir.

La edificación está reformada sobre un antiguo molino que data del siglo XIV, por lo que mantiene su fachada de piedra clara, así como los materiales primarios, la piedra desnuda en algunas de sus paredes y las vigas de madera, que decoran en su interior las estancias, aportando el toque rústico que tanto buscamos.

En el exterior nos encontramos con una pequeña explotación agrícola y el río Bergantes; único río de la Cominudad Valenciana que desemboca en el Ebro.

En el interior de la vivienda, encontraremos el salón en el que poder relajarnos viendo la televisión al abrigo de las chimeneas.

Con una capacidad máxima para 9 personas, pudiendo ampliarse al tener la posibilidad de añadir alguna cama supletoria, contamos con 4 dormitorios, de los cuales 3 son dobles, y un dormitorio triple, teniendo 3 camas individuales.

Con techos abuhardillados en vigas de madera y muros tanto en blanco como en piedra descubierta.

Contamos también con 3 cuartos de baño completos con sanitarios, bañeras y ducha en perfecto estado, a lo que se añade los juegos de toallas, que están a disposición de todos nuestros huéspedes, creando la sensación de estar en una gran familia.

Esta casona rural podemos descubrirla en la provincia  de Castellón, más concretamente a muy poca distancia de la ciudad de Morella, pudiendo así disfrutar tanto de la tranquilidad que aporta el encontrarnos alejados del bullicio como el poder acercarnos a vivir de cerca la alegría de sus calles y plazas.

En la comarca, tenemos un gran número de edificaciones de gran antigüedad e importancia arquitectónica, como por ejemplo la elaborada Iglesia arciprestal de Santa María, contando con una entrada majestuosa de varios arcos de medio punto superpuestos, el Convento de San Francisco, con unos jardines rodeados por arcos de piedra.

En la propia ciudad tenemos el Castillo, que fue edificado aprovechándose de la elevación y dureza de la roca, así como la muralla medieval, muy bien conservada, que rodea el casco antiguo y protegía en su momento la ciudad. Pero si queremos retroceder aún más en el tiempo, no deberíamos dejar de visitar los abrigos naturales de Morella la Vella, donde encontramos un gran número de pinturas rupestres.