Si te gusta el agua, en las Lagunas de Ruidera vas a disfrutar de 30 kilómetros de auténtica maravilla de color azul turquesa que se rodea de naturaleza, ocio y cultura en uno de los humedales más importantes de España.
Se localiza en Castilla La Mancha y abarca las provincias de Ciudad Real y Albacete, constituyendo lo que se conoce como el valle del Alto Guadiana. Son un total de quince lagunas creadas de manera natural por la acumulación de las tobas que parten el paso de agua en una quincena de lagunas perfectas para disfrutar de las que también fue testigo Don Quijote de la Mancha.
Sin duda es una de las cosas por las que Castilla La Mancha saca pecho. Y es que las Lagunas de Ruidera son un impresionante sistema lagunar que sirve de atractivo para turistas de toda la geografía.
No es de extrañar que Ruidera cuente además de con una impresionante riqueza biológica, con gran diversidad de especies animales y vegetales.
Los saltos de agua y las cascadas son una constante de la que disfrutar y dependiendo de en la laguna en la que estés, podrás apreciar unas u otras características naturales.
Si quieres empezar tu visita a las Lagunas de Ruidera por algún lugar, te recomendamos que lo hagas por el Embalse de Peñarroya, una enorme extensión de agua cristalina en un pueblo en el que te impresionará su castillo, a los pies del embalse.
Si empezamos descifrando cada una de las cascadas, tenemos que centrarnos en algunas de manera particular, como es el caso de la Cascada del Hundimiento, donde se forma el salto de agua con mayor altura de todo el Parque Natural.
Cualquier época es buena para visitar las Lagunas de Ruidera, pero es especialmente en primavera y verano cuando se acercan más turistas especialmente a una de ellas: la laguna del Rey, que cuenta con algunas playas pequeñas en las que te puedes bañar o disfrutar de una actividad acuática. Es la laguna más profunda, y si quieres divisarla en su totalidad lo mejor es subir hasta el Mirador Laguna el Rey que te permitirá hacer la foto estrella de tu viaje.
Para los que buscan la tranquilidad y un paseo con buenas vistas, las pasarelas que hay en la Laguna Colgada te van a permitir disfrutar en primera persona de las cascadas que hay entre ésta y las que le siguen.
Hay dos lagunas más que no puedes perderte, que son la Laguna Lengua, quizás en la que mejor se pueden apreciar esas barreras naturales que las separan y cuyas aguas azuladas te recordarán a una piscina natural.
En cuanto empieces a ver el paisaje, querrás disfrutar de él desde dentro, y ¿qué mejor forma que recorrer una laguna en kayak? Esto es posible entre otras, en la laguna de San Pedro, donde tendrás que ser hábil para adentrarte en el canal que forma el Chorro de las Minas.
Y como no todo va a ser agua, te recomendamos que visites otra de las fortalezas que hay en las Lagunas de Ruidera: el Castillo de Rochafrida, del que se aprecian sus ruinas aún en pie, espectadoras de lujo de este impresionante Parque Natural.
Si viajas con niños, les encantará la excursión a la Cueva de Montesinos, que se encuentra en Ossa de Montiel y que data de las primeras comunidades del Neolítico que encontraron en ella el lugar ideal para asentarse. En la visita os explicarán todo lo relacionado a esta interesante cueva.