La Villa Rural

Encontramos este complejo en Castilblanco de los Arroyos, en Sevilla, en un lugar recogido entre árboles y huertas. Su estilo rústico, labrado en piedra, madera y teja antigua, concuerda con el entorno y se camufla entre las arboledas como un conjunto de casitas de campo.

Sobre la finca de 7000 metros cuadrados se levantan 6 casas rurales independientes, con nombres de hierbas autóctonas, cada una con una superficie construida de 90 metros cuadrados en 2 niveles. Son casas encantadoras, con terraza privada y muchos servicios que dejarán más que satisfecho al huésped.

Cada casa puede albergar hasta a 7 personas, repartidas en los 3 dormitorios, 2 en la planta baja y uno en la buhardilla. Los dormitorios de la planta baja son dobles,1 con camas individuales y 1 de matrimonio; el de la buhardilla es triple, con 3 camas individuales..

En la planta baja tenemos también la estancia principal, donde el salón y su chimenea acaparan toda la atención nada más entrar en la casa. Hay también una televisión de pantalla plana, y dos sofás. La zona de comedor la conforman una mesa de madera y un juego de 6 sillas.

La cocina se encuentra recogida en un extremo de la estancia, haciendo esquina. En ella encontraremos todo lo necesario para cocinar platos caseros y familiares mientras permanezcamos en la casa. Tambien dispone de  lavadora.

El cuarto de baño compartido es discreto y sencillo, con un plato de ducha.

La casa dispone de máquina de aire acondicionado y calefacción en las habitaciones.

En el exterior de la casa disponemos de una terraza privada con mesa de picnic y barbacoa de ladrillo y piedra.

Además de las casas, el recinto posee una serie de instalaciones comunes, entre las que destaca el bar-restaurante. Es un establecimiento especializado en platos tradicionales, de cuchara y carne de caza, todo ello cocinado a fuego lento y usando siempre productos de la zona. En su comedor disponen de espacio para 40 comensales, y el centro de las miradas es la enorme chimenea de leña, que hace de este un lugar hogareño y familiar con su alegre fuego.

En la entrada del recinto tenemos una zona de aparcamiento, para no dejar los vehículos a su suerte en cualquier lugar. Entre las casas discurren espacios verdes ajardinados y con árboles, en cuyo centro encontramos la piscina vallada, rodeada de tumbonas, muy apetecible los días de más calor.

El entorno que rodea a la Villa está poblado de árboles y casitas de campo. A medio kilómetro queda Castilblanco de los Arroyos, un pueblo al pie de Sierra Morena. Es un cruce de rutas del Camino de Santiago, y en su iglesia del Divino Salvador guarda pinturas y esculturas hermosas y muy queridas en la localidad. También aquí se encuentra un monumento a Cervantes, que situó en este pueblo la acción de una de sus obras.

El Parque Natural de Sierra del Norte, a poca distancia del alojamiento, es una reserva plagada de dehesas y hermosos paisajes donde los ríos y arroyos excavan magníficas cuencas. De especial interés es el Cerro del hierro, una antigua explotación minera de los romanos, surcada en la actualidad por rutas de escalada y senderismo.

Los numerosos pueblos del valle albergan un gran patrimonio arquitectónico y artístico, de épocas que parten del Neolítico y pasan por los romanos y los árabes. Tales son Constantina y Cazalla de la Sierra, y la región de la Vega del Guadalquivir.

A media hora de camino se encuentra Sevilla, la capital de la provincia y de Andalucía, y la ciudad más poblada de esta. Posee un extensísimo casco antiguo con gran patrimonio histórico y monumental, entre cuyos monumentos más representativos se encuentran el Alcázar, la Giralda y el Archivo de Indias, declarados los tres Patrimonio de la Humanidad.