La Venta Los Probes

Esta antigua casería de piedra se encuentra en el concejo asturiano de Llanes, concretamente en una aldea con encanto, junto a Pueblo Nuevo.

Con más de cien años de antigüedad esta tradicional construcción asturiana ha sido rehabilitada en su totalidad. En el proceso se decidió respetar el entorno e integrarlo como parte viva de la vivienda. De ahí que cuente con un amplio jardín, con plantas y equipamiento exterior perfecto para hacer barbacoas. Un lugar especial para contemplar desde sus bancos uno de los elementos más característicos de la región que dota de personalidad a nuestro alojamiento: el hórreo.

A la entrada nos recibe un porche con mesa y sillas de mimbre desde el que contemplar los alrededores de la casa donde predominan los verdes prados. Llama la atención el balcón o corredor decorado con macetas que se extiende a lo largo de la fachada.

Sus estancias se distribuyen entre 2 plantas:

En la planta baja se encuentra la cocina, con una mesa de comedor redonda y barra americana con taburetes que separan la estancia del salón. No podía faltar la chimenea, ni tampoco un pequeño rincón junto a la escalera, perfecto para los momentos de relax y lectura. Aquí también podrás encontrar un cuarto de baño.

Los tres dormitorios (dos con camas individuales y uno con cama matrimonial, más elegante) y el segundo baño se ubican en la primera planta. Acogedoras estancias en las que la madera ha sido utilizada en los suelos y el techo, así como en la decoración y el mobiliario. Todos ellos cuentan con televisión y el de mayor tamaño dispone de baño en su interior.

Para mayor seguridad de nuestros huéspedes, la casa rural dispone de un pequeño botiquín para emergencias.

Además, junto a la casa se situán el establo y el gallinero y esto permite a los visitantes participar en las labores propias del cuidado y mantenimiento de la granja.

Nos complace informaros que el Principado de Asturias ha otorgado a nuestra casa rural la categoría más alta: tres trisqueles.

Este alojamiento se encuentra en un entorno natural, con vistas al valle de Ardisana que está bañado por el río San Miguel, donde es posible la pesca de truchas en temporada.

Si algo ha mantenido el municipio es la ya reformada bolera de cuatreada, en la que podrán aprender de los veteranos uno de los juegos tradicionales de Asturias.

La situación de la casa permite a los turistas hacer un recorrido completo por las zonas costeras y de interior. La playa más próxima se encuentra a escasos 5 kilómetros. Es la misma distancia que hay al Parque Natural de los Picos de Europa.