La Palomica

Ubicada en el pequeño pueblo de Cella, ubicado en la provincia de Teruel, esta casa rural es un lugar tranquilo en el que pasar unas vacaciones en familia lejos del bullicio urbano.

La casa está ubicada en el mismo edificio que Las Cerezas, otra de las casas de este complejo, y tiene capacidad para 8 personas.

Se divide en las siguientes estancias:

• 3 dormitorios, uno de ellos amueblado con una cama de matrimonio y los otros 2 con 2 camas individuales. Los dormitorios están dotados de toda la ropa de cama y toallas necesarias y admiten hasta 2 camas supletorias.

• 2 cuartos de baño completamente equipados con plato de ducha.

• Un salón con un mullido sofá esquinero en el que los huéspedes pueden relajarse tranquilamente frente a la televisión.

• Una cocina con mesa de comedor que además está equipada con todo lo necesario para que cocinar sea rápido y cómodo y no le quite tiempo al rato de descanso.

• Una terraza descubierta, comunicada con la del otro apartamento rural, con muebles de exterior y juegos infantiles para que disfruten los más pequeños.

• Una zona cubierta con barbacoa compartida con la otra casa rural del edificio.

• Aparcamiento compartido para poder dejar el coche tranquilamente.

Además, la casa dispone de:

• Cuna para los que viajen con bebés.

• Información sobre la zona para poder planificar las excursiones a conciencia.

Cella es un pueblecito turolense ubicado en las faldas de la Sierra de Albarracín. En este pueblo se encuentra un caudaloso manantial denominado la Fuente del Cella, cuyas aguas están conducidas por el acueducto romano que se ubica entre Cella y el vecino pueblo de Albarracín. Una de las rutas que puede hacerse por esta zona es el Camino del Cid, que recorre los pueblos y lugares por los que pasó este ilustre personaje durante la reconquista.

Muy cerca se encuentra la Sierra de Albarracín, una cordillera montañosa de roca calcárea en la que pueden encontrarse multitud de impresiones fósiles. La sierra se extiende por varias provincias españolas, pero en la parte que atraviesa Teruel se encuentra el nacimiento del Tajo.

Por esta zona está el pueblo de Peracense, que no supera los 90 habitantes y que posee uno de los castillos más bellos de Aragón, considerado así porque se adapta a las condiciones naturales. Al estar edificado en ladrillo rojo sobre un monte de arenisca roja, sus muros se mimetizan con la roca y resultaba difícil de ver para las tropas atacantes.