La Casa de los Nidos

Ubicada en el interior de Arandilla del Arroyo, un pueblo de Cuenca, esta casa rural es el lugar ideal para sumergirse en un ambiente lejos de la civilización que invita a la tranquilidad y al descanso.

Rehabilitada en 2005, esta casa está capacitada para hospedar hasta 9 personas y tiene las siguientes habitaciones:

• 4 dormitorios, 2 de los cuales están amueblados con una cama de matrimonio, otro con 2 camas individuales y el cuarto con una sola cama. Además, la casa permite añadir hasta 2 camas supletorias abriendo el sofá cama.

• 3 cuartos de baño completos, uno de ellos ubicado en la planta baja y los otros 2 integrados en 2 de las habitaciones, en la primera planta.

• Un salón-comedor ubicado en la planta baja en el que relajarse viendo la televisión frente a la chimenea o jugando a juegos de mesa cuando no se utilice la mesa del comedor.

• Una cocina completamente equipada con todo lo necesario para que los huéspedes puedan realizar con facilidad todas las tareas domésticas.

• Una zona de lectura ubicada en el ático para sumergirse con nuevas historias y escuchar música.

• Un amplio salón construido en 2 alturas y situado en el ático en el que reunirse con los amigos, ver películas o jugar con una consola.

• Un porche amueblado en el que poder disfrutar de suculentos desayunos mientras se contempla la naturaleza que rodea la casa.

Además, la casa ofrece una cuna para aquellos huéspedes que viajen con bebés.

Arandilla del Arroyo es un pequeño municipio de 20 habitantes que se encuentra en la provincia de Cuenca. A poca distancia se encuentra la ciudad de Cuenca, declarada Ciudad Patrimonio Mundial por la Unesco en 1996. En esta ciudad es una delicia pasear por el casco histórico, desde el que se contemplan las hoces del río Júcar, plagado de edificios renacentistas y barrocos.

Cerca de la capital de la provincia se encuentra la Ciudad Encantada, un paraje natural formado mayoritariamente por roca caliza que a causa de la erosión tiene formas originales. Tornos, puentes y figuras que recuerdan a animales y objetos adornan este entorno natural que merece la pena vigilar.

No muy lejos de esta zona se encuentra el nacimiento del río Cuervo, ubicado en la Muela de San Felipe a 1490m de altitud. Se trata de un manantial que brota de la montaña y resbala por la roca erosionada formando unas chorreras impresionantes. En invierno estas chorreras se congelan dando lugar a un hermoso espectáculo natural.