¿Estás pensando en disfrutar de unos días libres en un entorno en el que la naturaleza y el patrimonio se unan perfectamente? Entonces una de las mejores opciones es el pueblo de Belsierre, ubicado en la provincia de Huesca, y con un paisaje del que te encantará disfrutar.
Este pueblo forma parte del municipio de Puértolas, y su reducido tamaño te permitirá desconectar entre la historia que emana de sus calles, mientras disfrutas de los paisajes de la comarca del Sobrarbe.
Si te preguntas cómo llegar a Belsierre desde el centro de Huesca, la mejor opción es hacerlo en coche, recorriendo los casi 120 kilómetros que separan las dos poblaciones, y en un viaje directo a tu mejor experiencia de turismo rural.
Belsierre es cultura e historia. Esta zona de Aragón es además, la puerta del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, y se localiza en pleno Pirineo aragonés. Además, en su entramado vas a encontrar numerosos lugares que ver, en los que todavía se sienten los efectos de la Guerra Civil, en la que se destruyó casi por completo el pueblo.
A pesar de esto, aún se conservan algunos lugares originales, y otros que han tenido que ser reconstruidos tras la Bolsa de Bielsa. Estos lugares los pueden disfrutar los casi 30 habitantes que tiene Belsierre, que tienen vistas constantes a espacios como la Peña Montesa, la Selva del Muro o Monte Perdido.
Seguramente te preguntarás, ¿qué puedo ver en Belsierre? Lo más destacado en cuanto a patrimonio cultural es, en primero lugar, las ruinas de la iglesia de Belsierre que son el resultado de los bombardeos de la Guerra Civil, y la iglesia nueva, construida tras la contienda española.
Aunque el pueblo no es muy grande, te recomendamos disfrutar de él con tiempo, y por eso, una de las mejores opciones es disfrutar de una casa rural en Belsierre, en la que descansar después de hacer turismo por la zona.
Y con turismo, no sólo tiene que ser turismo por el centro del pueblo, y es que en los alrededores existen algunas rutas de senderismo que hacen de Belsierre un buen punto de partida para conocer los paisajes verdes que hay en los alrededores.
Algunas de las más llamativas que podrás disfrutar en los alrededores debido a su estratégica ubicación son las que llevan desde Belsierre hasta las Gargantas de Escuaín y hasta el Cañón del Añisclo. Se pueden hacer además a pie o en bicicleta, y combinarlas con otras actividades de aventura como barranquismo en los numerosos ríos del Pirineo, vías ferratas o, en la temporada de invierno, raquetas de nieve.
Las opciones son tan infinitas como su belleza pero, si quieres disfrutar de la esencia en estado puro, no dejes de viajar en los meses de abril o agosto para conocer sus dos fiestas oficiales en honor a San Pedro y a la Virgen de la Asunción, esta última, siendo la Fiesta Mayor, donde podrás conocer sus tradiciones y por supuesto su gastronomía montañesa, en cualquiera de los restaurantes de Belsierre.
¡Bienvenidos al paraíso aragonés!