Castaños y encinas son los encargados de recibirnos en el Parque Natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, un lugar ideal para practicar el turismo rural de naturaleza.
Alájar, que presta su nombre al puerto de montaña más alto en Huelva, está asentada en las faldas de la Peña de Arias Montano, su lugar más emblemático y declarado como Bien de Interés Cultural, y cuyo nombre es en honor a Benito Arias Montano, humanista destacado y asesor de Felipe II, que utilizó el lugar como retiro espiritual por largas temporadas.
Es en este emplazamiento donde podemos encontrar el conjunto de las Cuevas de Las Lapas, formada por ocho cuevas, entre ellas, la Cueva del Lago Secreto, el Palacio Oscuro o la Sillita del Rey, en las cuales se han hallado restos de la Edad de Bronce o, también el monumento arqueológico de La Bañera de la Reina, una pila bautismal del siglo VI.
¿Nos centramos algo más en su historia? Como te decíamos, desde tiempos muy remotos, esta zona ha estado habitada, pero Alájar empieza a ser más notable en la época medieval, cuando los musulmanes comienzan a asentarse en pequeños núcleos.
A partir del siglo XIII, después de la Reconquista cristiana, es cuando toma impulso su crecimiento, creando varias poblaciones que con el tiempo se fueron uniendo hasta formar lo que actualmente conocemos como el pueblo de Alájar.
Esta localidad, además del núcleo principal, también incluye cuatro aldeas: El Calabacino, El Collado, Los Madroñeros y el Cabezuelo, las cuales mantienen la esencia más rural, sirviendo algunas de ellas de residencia para gente que busca su espacio en la naturaleza.
Una vez que sabemos algo sobre su orígen, lo propio es disfrutar de su patrimonio histórico, repartido a lo largo de su entramado de calles, de origen árabe, y el cual está catalogado como Conjunto Histórico-Artístico desde 1982, donde podemos observar los típicos llanos de la sierra oscense, o lo que es lo mismo, empedrados de las calles diseñados con motivos decorativos.
Sus monumentos están muy ligados a la religión, siendo el edificio más destacado la iglesia de San Marcos, originaria de finales del siglo XVI, que tuvo que ser reconstruida por haber sido afectada por el terremoto de Lisboa, destacando su precioso estilo barroco y la torre, que ostenta el título de ser la torre eclesiástica con más altura de la provincia.
También cuenta con diversas ermitas. En la Peña de Arias Montano se sitúa la Ermita de la Reina de los Ángeles (siglo XIV-XV), un enclave destacado por acoger una romería con gran relevancia en la zona.
En algunas de las aldeas de la localidad también encontramos otras ermitas, como la de la Santísima Trinidad (siglo XVIII), en El Calabacín, Nuestra Señora de la Salud, en Los Madroñeros, o en la desaparecida aldea de Los Orullos, la Ermita de San Bartolomé.
¿Se te ha abierto el apetito pensando en el recorrido? Para ponerle remedio, lo mejor es tirar de la gastronomía típica, destacando, principalmente, embutidos de todo tipo, las migas o la sopa serrana, más dulces tradicionales como los piñonates, tortas de manteca o pestiños con miel.
En lo que respecta a la economía, Alájar es un pueblo donde, tradicionalmente, la agricultura y la ganadería han sido el principal sustento, aunque, a medida que se ha ido desarrollando el sector turístico, el turismo rural se ha hecho hueco, siendo una fuente de ingresos muy importante.