Haritzpe

Nuestra casa rural se encuentra en Hondarribia, una localidad de Guipúzcoa (País Vasco).

Se trata de un alojamiento rural que consta de 6 habitaciones con distintas características y que se alquilan individualmente. La construcción primaria es un caserío, típico edificio del País Vasco. Su fachada, muy representativa, muestra las vigas de madera vistas.

Tiene 3 pisos: el de arriba revestido de ladrillo, el segundo pintado de color salmón y, por último el bajo, que está empedrado. Posee 2 balcones muy elegantes, adornados con jardineras y flores. Las típicas ventanas con postigos son prueba del estilo del caserío.

El exterior de la casa es precioso: una extensa pradera a 2 alturas, completamente cubierta de césped e incluso flores silvestres. Un camino empedrado va desde la casa hasta la parte de abajo del jardín. Allí hay un antiguo hórreo de madera, completamente restaurado, que se ha convertido en un bungalow rural donde te puedes alojar si quieres estar más apartado del resto de huéspedes.

En el jardín hay una mesa de merendero, muy pintoresca, y unas hamacas para poder relajarse y disfrutar del ambiente. Todo ello aderezado con numerosos árboles y flores repartidos por todo el terreno. Además, la parcela está rodeada de  verdor, que fomenta el aire bucólico del alojamiento. Si quieres implicarte al completo, tenemos un huerto y animales de granja, como gallinas y conejos.

La entrada principal a la casa es una maravilla, con un portal y un portón tradicional de madera, todo adornado de jardineras de piedra y muchas plantas. Si quieres disfrutar del jardín, también puedes optar por el porche. Está situado a un lado de la casa y cuenta con varias mesas y sillas y una zona de sofás y butacas de mimbre. Cuando hace buen tiempo, el desayuno se toma en este lugar, para ofrecer al huésped una mayor conexión con la naturaleza. Al otro lado, también hay una zona con muebles de jardín para reuniones.

Las zonas comunes interiores, igual que el resto de la casa, están decoradas con muy buen gusto y elegancia. Decorados clásicos, pero siguiendo una línea de estilo vintage. Hay muchos adornos florales o hecho con materiales naturales, puesto que nuestra intención es acercar el entorno al huésped y que consiga respirar ese aire campestre. A pesar de ser todo muy rústico, también ofrecemos Wi-Fi para que puedan seguir conectados.

Tiene un comedor común en el interior, con grandes ventanales y mucha luz. Hay allí también una mesa con distintos electrodomésticos para el desayuno, como por ejemplo, una tostadora. En medio de la estancia está colocada la mesa donde se sirve el desayuno, que separa la zona del comedor, de la sala de estar. En ese lado, aparte de varios cómodos sillones, hay una magnífica chimenea de leña revestida de ladrillo. Es un elemento importantísimo, aporta un toque acogedor y fomenta las reuniones en las zonas comunes.

Si quieres celebrar tu boda en un enclave perfecto y con mucha magia, este es tu sitio. En nuestra casa rural puedes tener en el jardín una preciosa ceremonia, en el comedor un agradable banquete y luego, puedes utilizar las habitaciones para que tus invitados se queden a pasar la noche. Cuidamos hasta el más mínimo detalle y preparamos cualquier cosa que te apetezca, todo con ese aire campestre y retro que habías imaginado para el día más especial de tu vida.

Hondarribia es un bonito pueblo costero situado en la desembocadura del río Bidasoa. Está muy cerca de la frontera con Francia y es muy turístico. Tiene muchas cosas que ver y un precioso casco histórico, que fue declarado Conjunto Monumental. Conserva gran parte de sus antiguas murallas y también 2 puertas por donde se podía acceder a la ciudad. El Castillo de San Carlos, actualmente reconvertido en parador, junto con el de San Telmo, dibujan el horizonte de Hondarribia. Ermitas, iglesias, palacios y preciosas casas terminan de forma espectacular el conjunto.

El alojamiento se encuentra a unos 15 kilómetros de San Sebastián, la preciosa ciudad vasca que ofrece infinidad de posibilidades a sus visitantes. Un poco más allá llegas a Biarritz, un municipio francés famoso por sus playas y por la práctica de surf.

Si no te importa desplazarte, a menos de 50 kilómetros puedes ver el Museo de Chillida o Zarautz.