¿Quieres conocer parte de la magia que esconde la provincia de Guadalajara? Pues no hay mejor lugar por el que empezar que el pueblo de Sigüenza, un rincón con una excelente variedad de rincones en los que merece la pena perderse y que en la actualidad, es el segundo lugar más visitado de Castilla La Mancha, que forma parte de la la ruta del Camino del Cid.
Esta pequeña villa que por cierto, está considerada ciudad, se encuentra a más de 1.000 metros de altitud y forma parte de la comarca natural del Alto Henares. Sin grandes desniveles, esta población cuenta sin embargo, con una gran cantidad de puntos que merecen una visita y que ofrecen un viaje por las diferentes épocas en las que se ha poblado esta zona.
A tan sólo hora y media de la capital de España, esta población se ha convertido además en un referente para el turismo ruralte todo el año.Empezar un paseo por el centro de Sigüenza, significa embarcarte en un viaje por el tiempo, donde vas a poder hacer diferentes paradas.
Para empezar, un buen pistoletazo de salida puede ser la Catedral de Sigüenza, uno de sus edificios más importantes, que data del siglo XII y en el que se puede contemplar perfectamente la mezcla de las corrientes románica y gótica.
Un siglo más tarde se construyó uno de los edificios más visitados de la ciudad, la Casa del Doncel, que en este caso tiene un marcado carácter gótico. En el interior de este edificio se encuentra el Archivo Histórico Municipal, y se estructura en varios salones.
Además, en la villa existen dos principales edificios religiosos que son la iglesia de San Vicente, de estilo románico, y un referente de la arquitectura medieval religiosa, así como la iglesia de Santiago, que se encuentra en pleno centro, en la Calle Mayor. En este caso, se han tenido que llevar a cabo diferentes tareas de reconstrucción debido a los destrozos causados durante la Guerra Civil. Otro de los reclamos es el Convento de San Francisco, en pleno Paseo de la Alameda.
Pero si nos fijamos en el perfil de Sigüenza, nos damos cuenta que su entramado es puramente medieval, y sus murallas son quizás, su postal más famosa. En toda su extensión se puede ver la influencia judía en las diferentes ventanas que se abren las casas de una de las calles. Además, se pueden ver hasta cinco puertas que daban acceso a la ciudad.
Otros elementos que merece la pena que visites son la Plazuela de la Cárcel, una curiosa plaza en la que antiguamente se encontraba la cárcel de la ciudad, pasando posteriormente a encontrarse el Ayuntamiento y salas de exposiciones.
Si quieres elegir cuándo viajar, te recomendamos que a principios de año, lo hagas durante las fiestas en honor a San Vicente Mártir, pero si quieres pasarlo en grande mientras aprendes más de la cultura de Sigüenza, en julio se celebran las Jornadas Medievales. En esta época, toda la ciudad viaja al pasado y se celebran representaciones, mercadillos medievales y actividades propias de la época como el tiro con arco. Es una de las fiestas más conocidas, y más frecuentadas por los turistas.
Acompañando estas fiestas, cómo no, descubrimos una gastronomía llena de tradición en la que podrás descubrir sus famosos asados de cordero o cabrito, las migas con chorizo o la sopa castellana. Delicias seguntinas que serán una auténtica fiesta de sabores.