Bellos rincones te esperan en la poco explorada comarca granadina de Huéscar, lugar donde se esconde Castril, un precioso pueblo blanco del Altiplano de Granada, donde su esencia se extiende hasta el turismo rural.
Este precioso pueblo se erige majestuoso en torno al Monumento Natural de La Peña de Castril -nombre con el que población y monumento juegan-, abriéndose paso el impresionante paisaje del Sendero de la Cerrada del Rio Castril, entre un cañón por el que fluye el río Castril y que se puede recorrer a través de pasarelas de madera.
El Parque Natural de la Sierra de Castril también guarda otros tesoros naturales como la Cueva del Muerto, con un interior repleto de estalagmitas y estalactitas, o la Cueva de Don Fernando, que ostenta el título de ser la cueva más profunda de la provincia.
¿Qué tal si te enseñamos unas pinceladas de su historia? Empezamos por destacar que Castril se encuentra en la Ruta de los Primeros Pobladores de Europa, puesto que se descubrieron resto de asentamientos del Neolítico y la Edad de Bronce, pero, realmente, su historia comienza en el momento en que se asientan los cartagineses.
Más tarde, los romanos utilizaron La Peña como refugio, hasta crear una villa, pasando después a manos de los musulmanes, que la convirtieron en una ciudad fortificada a la que denominaron como Hisn de Qastal, y, tras la Reconquista, se otorga el Señorío de Castril por parte de los Reyes Católicos.
Ahora que sabemos algunos datos sobre su orígen, ¿te parece que hagamos un recorrido por su patrimonio?
No podemos empezar, por menos, nuestro recorrido por el Castillo de Castril, sobre la Peña del Sagrado Corazón, uno de los máximos exponentes de las fortificaciones militares árabes en la península y cuya impresionante estampa, sobre La Peña de Castril, es de una belleza indiscutible, a pesar de que solo quedan restos del mismo. Eso sí, te recomendamos que no te pierdas las vistas desde su mirador.
Anexa a lo que era el castillo, encontramos la villa, donde las calles, vestidas de un inmaculado blanco, forman un precioso conjunto de arquitectura tradicional y donde podemos visitar el Arco de la Villa, que, antiguamente, formaba parte de la muralla del castillo.
También podemos visitar la Iglesia de la Virgen de los Ángeles (siglo XVI), con un estilo renacentista muy sobrio y que fue incendiada, junto con gran parte del pueblo, durante la invasión de Napoleón en el año 1810 pudiéndose ver la huella del trágico suceso en la Puerta del Sol, una de sus entradas junto con la Puerta de la Lonja.
Por otro lado, si te apetece conocer las tradiciones y costumbres o el entorno de la localidad, puedes visitar el Museo Etnográfico – Centro de Visitantes del Parque Natural de la Sierra de Castril.
¿Nos adentramos ahora en su gastronomía? Maimones, migas con remojón, bollos con conejo, tallarines con liebre o con perdiz o platos preparados con pescados como la trucha son algunos de sus platos más típicos, junto con embutidos de todo tipo elaborados artesanalmente.
Cambiando de tercio, ponemos la mirada en su economía, donde el vidrio ha sido una de sus principales actividades, junto con la fabricación de productos de esparto.