El Torreón de la Bruna

Casa rural en el municipio navarro de Grez. ¿Alguna vez habéis soñado con vivir en un torreón del siglo XI? Nuestra vivienda os ofrece eso y mucho más. Esta casa fue rehabilitada para unir el encanto de lo antiguo y las comodidades de una casa moderna.

Tiene todo lo necesario para que hasta 18 personas paséis una agradable estancia. Su interior cuenta con 2 plantas y una azotea con unas vistas incomparables de los montes próximos.

• En la planta baja, los huéspedes encontraréis un amplio y luminoso salón-comedor. Desde los amplios ventanales del salón se puede vislumbrar de maravilla la peña de Izaga. Este espacio cuenta con una zona de estar con televisión y chimenea donde pasar largos ratos en familia.

• Por su parte, el comedor cuenta con una larga mesa perfecta para un gran banquete, al tener espacio suficiente para hasta 20 personas.

En esta planta también están la cocina, con todos los útiles y muebles necesarios para almacenar y cocinar las más ricas comidas. Horno o microondas son algunos de los electrodomésticos que aquí encontraréis. Además, de disponer de varios armarios hay una mesa de comedor pequeña.

Para completar esta planta baja hay un dormitorio especialmente habilitado para aquellas personas que tengan movilidad reducida, además de un aseo.

• En la planta alta es donde se localizan el resto de habitaciones. En total, la vivienda tiene hasta 8, todas de ellas abuhardilladas. Son dobles, ya sea con camas de matrimonio o individuales, y están completamente equipadas con armarios y mesillas con lámparas, para guardar todo tipo de cosas, y una silla.

Cada habitación tiene su baño propio. Estos son lo suficientemente grandes y cuentan con cómodas duchas, agua caliente y fría y todo el espacio necesario para facilitar su uso personal. Además, poseen instrumentos, como secadores, que pueden ser necesarios (y, a menudo, se suelen olvidar en casa).

La casa también dispone de 2 camas supletorias que se pueden colocar en cualquier habitación de la casa y para los bebés os podemos proporcionar cunas de viaje, para facilitar los trayectos, y un cambiador y tronas.

A todo esto hay que añadirle una amplia zona exterior que rodea la casa, dividida en 3 zonas:

• Por un lado, una zona donde poder relajarse, con especio suficiente para barbacoa y caldero para los calderetes, y donde no falta un detalle de mobiliario de jardín.

• Un césped perfectamente cuidado para su disfrute personal.

• Zona asfaltada.

Por último, y no por ello menos importante, tenemos que hablar de la torre, que destaca de la casa. Está compuesta por una planta baja, destinada al entretenimiento personal, con sala de juegos y distintos juegos de mesa; una primera planta, que alberga una tranquila sala de estar; y una fantástica azotea con una mesa desde donde poder disfrutar las maravillosas vistas serranas tomando un refresco o picando algo.

Además, la finca cuenta también con un huerto propio, donde se cultivan frutas como fresas, o vegetales.

Con todo ello, esta casa luce en perfecta armonía con la belleza e interés de la zona en la que se ubica.

El pueblo navarro de Grez es donde se encuentra esta preciosa casa rural. Se trata de una localidad pequeña, de menos de 20 habitantes, pero con toda la magia y el encanto de un entorno rural entre montañas y valles.

Se localiza al norte del Valle de Urraúl Bajo, y está rodeado de montes, montañas y valles por sus 4 costados. En el norte nuestra vista alcanza a ver el Pirineo, mientras que en el sur se encuentra la Sierra de Leire. Al este, la foz de Urbayún, y al oeste el monte de Grez y la peña de Izaga.

Gracias a su privilegiada situación, podréis disfrutar de entornos naturales como las foces navarras de Lumbier y Uragón, la Selva de Irati o el Valle de Izagandoa. También resulta una maravilla pasear por el pueblo, visitar su iglesia románica, que alberga preciosas pinturas murales, y dejarse llevar hasta las cercanías, ya sea a pie o en bici, llegando hasta el río Irati, o incluso hasta las montañas.

Merece la pena disfrutar del románico rural acercándose a Artáiz, donde no hay que perderse la Iglesia romántica, visitar el Monasterio de Leyre o el Castillo.