El Mirador de la Reina

Ubicada en la ciudad medieval de Olite, esta casa es ideal para pasar unos días en este pueblo rodeados del encanto medieval que transmite y, dependiendo de la época, disfrutando de los festivales y mercadillos medievales que se organizan en ella.

La casa está ubicada en el centro urbano del pueblo, en un edificio de varios pisos.

Puede albergar un máximo de 16 personas y consta de:

• 5 amplios dormitorios, uno de ellos individual, otro con 3 camas, 2 amueblados con camas de matrimonio y el restante equipado con 2 camas individuales. Además, la casa admite hasta 3 camas supletorias.

• 2 cuartos de baño completos y dotados de bañera.

• Una cocina decorada en blanco y negro completamente equipada para que el huésped pueda realizar con comodidad las tareas domésticas. Entre esta equipación se encuentran un microondas y una lavadora.

• Un comedor equipado con una amplia mesa para comer en familia, una chimenea para templar la temperatura de la estancia y una biblioteca para relajarse con un libro.

• Un salón amueblado con cómodos sofás en los que relajarse mientras se ve una película en la televisión.

• Un pequeño patio interior con barbacoa para cocinar excelentes parrilladas.

• Una terraza amueblada para poder tomar el sol y saborear suculentas comidas al aire libre.

Olite es una ciudad que se encuentra en el centro sur de Navarra. La ciudad tuvo su apogeo en la época medieval, cuando se fundó la villa propiamente dicha, aunque se han encontrado restos de casas y murallas romanas en torno a esta ciudad. Al haber sido la Baja Edad Media la época de esplendor de esta ciudad, ya que fue elegida como lugar de residencia por los Reyes de Navarra, actualmente se celebran en ella diversos mercados y festivales medievales durante el año.

La ciudad está culminada por el Palacio de los Reyes de Navarra, que se comenzó a edificar en el siglo XIII, pero continuó en construcción hasta el XV, por lo que sus torres presentan diversos estilos arquitectónicos. Aunque tiene partes destinadas a la defensa de la ciudad, como la torre del homenaje, el Palacio se construyó principalmente como residencia real.

De entre las dependencias de esta vivienda destacan los jardines y la galería de la reina por estar rodeados de arcadas decoradas con exquisita filigrana. Los jardines, además, estuvieron poblados en su tiempo con plantas exóticas traídas de otros lugares. En palacio consta también de una nevera de hielo, símbolo del adelanto científico de esta edificación en su época.