Cortijo de la Media Luna

A las afueras de Mojácar, en Almería, entre el mar y la montaña y con impresionantes vistas de ambos, encontramos este hermoso cortijo. Fue restaurado por los propietarios a partir de un estado de ruina, conservando la palmera que crecía entonces. Preparado para albergar a huéspedes durante cortas y largas distancias, para viajes turísticos o para la celebración de bodas y banquetes, no le falta nada que le permita ofrecer a sus clientes el máximo confort.

En total tiene espacio para albergar a 18 ocupantes, en 3 tipos de habitaciones distintas, que se adecúan a las necesidades de los clientes.

En primer lugar, el cortijo dispone de 4 habitaciones dobles, 2 de ellas con cama de matrimonio y 2 con camas individuales; se permite, además, disponer de 2 camas supletorias, para convertir las habitaciones en triples.

Se trata de un conjunto de estancias con acceso independiente y dispuestas en torno a un patio central privado, para uso únicamente de los inquilinos de estos dormitorios. En el patio hay una cocina de la que pueden hacer uso, para desayunar o preparar cualquier plato en ella.

El segundo tipo de dormitorio es una habitación doble superior, con capacidad para 2 personas en una cama de matrimonio. Esta habitación, independiente del resto de habitaciones dobles, dispone además de una terraza con vistas al mar.

Por último, tenemos una habitación con cocina, tipo apartamento, ocupada por 2 camas de matrimonio para un total de 4 personas. La cocina privada de esta habitación es discreta pero está bien equipada, para que los huéspedes puedan preparar sus propias comidas sin tener que abandonar la intimidad de su habitación.

Todas las habitaciones disponen de una serie de servicios que son comunes a todas ellas. En primer lugar, en todas existe una televisión y tienen acceso a internet por wifi, por lo que el entretenimiento y la información están garantizados mientras dure la estancia.

Además, cada dormitorio dispone de su propio cuarto de baño privado, bien equipado y de tamaño apropiado y con un lote de productos de aseo. La ropa de cama está incluida para cada lecho, así como las toallas. Como accesorios del mobiliario, también disponemos de una mininevera, un microondas y una cafetera, para completar los desayunos.

Se admiten animales en el recinto, aunque puede aplicarse suplementos por ello. En todas las estancias hay aire acondicionado, que garantiza una atmósfera fresca y acogedora.

Los huéspedes podrán gozar de otros muchos servicios mientras hacen uso de las instalaciones. Está en primer lugar la zona de aparcamiento gratuita, de la que todos los huéspedes pueden sacar provecho. Existe también un bar con terraza cubierta, donde además de servir el desayuno preparan diversas bebidas.

Como colofón, el cortijo tiene una piscina cubierta, climatizada con energía solar, cuyas aguas permanecen accesibles todos los días del año.

El cortijo se halla a un kilómetro de Mojácar, un pueblo blanco cuyo centro se encuentra en la cima de una colina, donde se reparten los puntos de interés de la localidad: la Ermita de los Dolores, el Mirador del Castillo, y la Puerta de la Almedina, entre otros muchos. Es un pueblo encantador y tranquilo, por cuyas empinadas calles no pasa el tiempo.

A 800 metros queda la playa de La Parata, una playa de aguas tranquilas y con múltiples actividades acuáticas en los alrededores.

En una hora podemos llegar al Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, y dejar que sus paisajes nos fascinen. Su extensión, su variada fauna y persistente vida vegetal en paisaje árido lo hacen sumamente interesante en muchos sentidos. Además de sus impecables playas (como la de los Genoveses) y curiosos municipios (Níjar, Pozo de los Frailes, Agua Amarga), es especialmente interesante el Faro de Cabo de Gata, emplazado en un lugar que fue usado como punto de referencia tanto por fenicios como griegos, y que señala la peligrosa Laja del Cabo, un arrecife que ha causado multitud de naufragios.

Almería, la capital, se halla a 90 kilómetros, y es una visita que no debe pasarse por alto pues, además de su amplia oferta de ocio y para turismo de sol y playa, dispone de un amplio contexto histórico que lo dotan de un gran patrimonio artístico y arquitectónico, como son la Alcazaba, la catedral y edificios civiles que vamos descubriendo al recorrer sus calles.