Casa Rural El Coto

En el Valle de Sajambre, en el corazón de los Picos de Europa leoneses, y limitando con Asturias, se encuentra un bello pueblo que respira pureza, tradición, historia y arte, llamado Oseja de Sajambre. 

En él, encontramos el lugar perfecto para construir 2 magníficas viviendas rurales, que se aprovechan de un entorno espectacular para convertirse en un destino rural maravilloso, gracias a los numerosos y exclusivos servicios que ofrecen, tanto en sus amplios espacios interiores, como en los bellos y coquetos exteriores que las rodean.

Esta vivienda tiene a sus espaldas más de 200 años de vida, y, gracias a la reforma que la hicimos en 2003, está perfectamente preparada para estupendas estancias rurales. Se trata de una construcción levantada a base de madera y piedra, siguiendo los ideales de la arquitectura tradicional de la zona.

• Sus espacios interiores ofrecen un ambiente familiar, en el que la rusticidad y la tradición de decoración y mobiliario contrastan, a la vez que armonizan, con el confort y la máxima calidad de dicho mobiliario y los mejores servicios, distribuidos en 2 espaciosas plantas.

• Al entrar en la casa, en la planta baja, hay una gran habitación en la que se encuentran salón y cocina. En el salón, algunos sofás se encuentran distribuidos, junto con una mesa baja central y acogedores armarios, en torno a una gran chimenea de leña que domina la estancia, entre elementos decorativos. Arropados por el calor que se desprende de esta, nuestros huéspedes podrán disfrutar de entretenidos momentos de entretenimiento a la luz de la televisión, que va acompañada por un aparato de DVD.

• Al final de la extensión ocupada por los armarios, empiezan unas amplias encimeras que forman parte de la cocina, en la que hay distribuidos vitrocerámica, nevera, horno y microondas, además de cafetera, batidora y un práctico exprimidor, tostadora y un variado menaje, unido a una elegante cubertería, entre los espaciosos armarios de madera, donde también se pueden encontrar productos de limpieza que hacen que la estancia brille con luz propia. Además, para el cuidado de la ropa, hay una práctica lavadora, y espacio para un tendedero.

• En la planta superior se encuentran los 2 dormitorios, ambos dobles y completamente equipados, junto al único baño de la casa, amplio y luminoso, en el que hemos distribuido útiles productos para el aseo personal, como un práctico secador de pelo, además de proporcionar toallas limpias.

• Los dormitorios destacan por su amplitud y luminosidad. Uno de ellos, de matrimonio, tiene acceso a un bonito balcón de madera, amueblado con algunas sillas, desde el que, además de entrar mucha luz, se pueden ver los impresionantes Picos de Europa. Este dormitorio, con una cama matrimonial en el centro rodeada por bonitas mesillas con lámparas a ambos lados, tiene también algunos armarios y un bonito espejo con un jarrón decorativo, y en él podemos habilitar una bonita cuna.

• El otro dormitorio cuenta con 2 camas individuales, que estará equipada, como el resto, con una ropa de cama muy cómoda y agradable. Las camas están separadas por una bonita mesilla con lámpara de noche, y acompañadas por espaciosos armarios.

Si el interior de la vivienda resulta agradable a todos los sentidos, las zonas exteriores que la rodean no se quedan atrás. Destaca un acogedor patio ajardinado, con macetas con preciosas flores, que hemos amueblado con una mesa redonda y sillas de jardín a juego, donde disfrutar, además de de la barbacoa, de las impresionantes montañas, que parecen situarse justo delante de nosotros.

En las tierras serranas del norte de la Cordillera Cantábrica, en plena provincia de León y limitando con Asturias (al norte) y Riaño (al sur), se encuentra el bellísimo municipio de Oseja de Sajambre, de unos 73,31 kilómetros cuadrados y una altitud de 754 metros sobre el nivel del mar.

El municipio está compuesto por 5 pueblos distintos, cada uno de ellos con sus tradiciones particulares, y sus bellas casas, que lucen la estética típica de la zona. Estos son Vierdes de Sajambre, Ribota de Sajambre, Pío de Sajambre, Soto de Sajambre, y la propia localidad de Oseja. En total, en la zona conviven 282 habitantes.

Oseja, el pueblo más grande de los 5, es también la capital del Valle. Entre sus calles, se encuentran algunos edificios monumentales de gran belleza, que disfrutan de unas vistas privilegiadas de las montañas situadas en los alrededores. El más importante de estos edificios es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XIX, situada donde se levantaba antiguamente la iglesia de Santa María. Justo al lado de ella, hay una fuente-lavadero, que se conoce con el nombre de la Fuentona.

La Ermita de San Roque, construida en el siglo XVI y reconstruida en 1507, se localiza a las afueras del pueblo, delante de una calzada romana, también conocida con el nombre de Senda del Arcediano. Durante el Antiguo Régimen, se pretendía utilizar la ermita para dar apoyo a las parroquias, además de servir de templo espiritual para los colectivos más marginados.

Además, alrededor del pueblo hay bonitos ejemplos de la arquitectura popular de la zona. Entre ellos, destacan las ruinas de un antiguo caserón, la Casa del Conde, que solía tener un precioso arco. Está situada en el Barrio de las Cortes, y se cree que perteneció a la familia del arcediano D. Pedro Díaz de Oseja, que construyó, además, un albergue, del que se conservan algunos arcos, al lado de la escuela que él mismo fundó. También, al lado de la iglesia, está la magnífica casa de los Piñán.

Como decíamos al principio, Oseja se encuentra en un paraje natural de gran belleza. En él destacan picos como el Pozúa o el Jairo, además de una montaña terminada en 2 picos, el Niajo y el Pozalón, cumbres desde las que se obtienen unas impresionantes vistas.