Casa Riansares

Esta casa rural se encuentra situada en un pueblo pequeño de la provincia de Cuenca llamado Valeria, en un edificio de cal y madera amueblado y decorado con muebles antiguos.

La casa puede alojar a 10 personas repartidas en 5 habitaciones dobles que pueden tener cama de matrimonio o 2 camas individuales separadas. Cada cama tiene su propio cabecero -de madera o acero-, y en cada dormitorio hay mobiliario como armarios o cunas para bebés.

La casa tiene 3 baños que dan servicio a todas las habitaciones.

Otras áreas de la casa son:

• Una cocina completamente equipada con horno, nevera y microondas. Se trata de una cocina de gas, con muebles bajo la encimera y una mesa de comedor , para 4 personas, en su haber.

• Un salón amueblado con varios sofás dispuestos en torno a una chimenea situada en una de las esquinas de la estancia. En la pared frontal se encuentra la televisión que queda a la vista desde todos los asientos.

• Un comedor en el que disfrutar de las comidas con una mesa que se puede aprovechar para jugar a juegos de tablero cuando no se está comiendo. Se encuentra en la misma zona que el salón, ya que se trata de una estancia diáfana.

• Una zona de aparcamiento para no tener problemas para dejar el coche.

• Un porche con mobiliario de jardín en el que disfrutar de parrilladas asadas en la barbacoa.

En nuestra casa se admiten animales.

La casa también dispone de calefacción eléctrica en todas las habitaciones para no pasar frío en invierno.

No se incluyen sábanas ni toallas, que deberán llevar los inquilinos. Sí hay mantas en la casa.

Valeria es un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca que destaca por el yacimiento romano que se encuentra a 500 m de la casa. Esta ciudad romana, situada junto a la hoz del río Gritos, se fundó en el siglo I a.C. En el yacimiento aún pueden verse claramente los edificios del foro, la basílica y una serie de tiendas delimitadas por calles.

Cerca de esta población se encuentra la ciudad encantada, una zona definida por curiosas formaciones rocosas sometidas durante miles de años a la erosión del viento, el agua y el hielo. Al ser las rocas de distinta composición química, se han ido desgastando de forma desigual para formar este hermoso espacio geológico.

Cerca de la ciudad encantada se encuentra el río Cuervo, que nace de un manantial formando una serie de cascadas en la roca erosionada causando un espectáculo. En invierno la cascada se congela formando una cortina de hielo que merece la pena fotografiar.