Casa Barranco

Esta casa rural se encuentra en Chisagües, un pueblo pequeño en el que los huéspedes de la casa podrán disfrutar del silencio y el aislamiento que ofrece, sin dejar por ello de estar cercano a los servicios más importantes.

Se trata de una casona tradicional construida en piedra y madera que puede alquilarse completa o solo la mitad, en cuyo caso la otra mitad se cerraría a los huéspedes. Tiene una capacidad máxima de 10 personas y consta de:

• 4 dormitorios dobles, 2 de ellos están amueblados con cama de matrimonio, otro con 3 camas individuales y el tercero con 5 camas individuales. Además, se puede añadir una cama supletoria para las familias grandes.

• 3 cuartos de baño completos con plato de ducha y secador de pelo.

• Un salón-comedor con 2 sofás para que los huéspedes puedan relajarse con comodidad viendo una película en el DVD o un programa en la televisión.

• Una cocina completamente equipada con todos los electrodomésticos necesarios para realizar las tareas domésticas de cocina y limpieza entre los que se cuentan una lavadora y un lavavajillas.

• Una terraza exterior amueblada en la que los huéspedes podrán disfrutar de las vistas al entorno mientras comen una parrillada en la barbacoa de hierro.

• Un jardín con zona verde para tomar el sol, pasear o que lo niños jueguen sin peligro. Además, hay una barbacoa de piedra para realizar asados suculentos.

La casa admite animales para que los huéspedes no tengan que dejar a sus mascotas en casa.

Chisagües es una pequeña población de unos 19 habitantes que pertenece a la provincia de Huesca. Se encuentra ubicada en un lugar estratégico desde el que se puede acceder con facilidad a los enclaves naturales y turísticos más destacados. Uno de estos enclaves es el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, que tiene unas 15.608 hectáreas de superficie. Está formado por 4 valles y un macizo montañoso y encierra enclaves tan emblemáticos como la Brecha de Rolando.

Por la zona pueden visitarse los miradores de Ordesa desde los que se contemplan unas vistas espectaculares a los distintos rincones del parque. Existe un recorrido que comunica unos miradores con otros para que los turistas puedan apreciar la belleza de este parque. La zona está plagada de hayedos y otros bosques que esconden criaturas que solo viven por estos parajes.

Al pie de este parque natural se encuentra la cascada del Sorrosal, un salto de agua que se carga con el deshielo y que cae en un anfiteatro natural de formas geométricas ocasionadas por la erosión del agua. La ruta que lleva hasta la cascada es fácil y está dotada de escaleras y puentes para ayudar al visitante.