Casa Andueza

Esta casa rural está situada en el valle navarro de Lana, más concretamente en el pueblo de Gastiain. La casa comparte el edificio de cal y piedra en el que se ubica con otra casa rural, aunque el aislamiento es completo y no hay comunicación entre las casas.

La casa se compone de 2 plantas y tiene capacidad para 9 personas distribuidas en una habitación de matrimonio situada en la primera planta, 2 habitaciones dobles situadas en la segunda planta y un dormitorio triple situado también en la segunda planta.

Además de las habitaciones, la casa se divide en:

• 3 baños completos, uno en la planta baja y los otros 2 en la segunda planta.

• Una cocina completamente equipada con horno para asar verduras, vitrocerámica para cocer menestras y nevera para mantener frescos los productos de la zona.

• Un salón en el que pasar tranquilas veladas con un libro, escuchando música en la cadena, jugando a juegos de mesa o viendo una entretenida película en la televisión.

• Una habitación con lavadora y tabla de plancha para hacer la colada tranquilamente en un lugar lejos de los olores de la cocina.

• Un jardín trasero amueblado con mesas y sillas de exterior en las que saborear una suculenta barbacoa.

Además, la casa dispone de conexión WiFi para estar siempre en contacto con la familia y los amigos, calefacción para mantener la casa a una temperatura agradable en los meses de invierno y toda la ropa de hogar necesaria para pasar una temporada cómoda y descansada.

Gastiain es un pueblo situado en la parte occidental del Valle de Lana, en la comunidad foral de Navarra. Este pueblo es el único que dispone de una tienda en todo el valle, ya que es el más grande en extensión y en población. La iglesia de este pueblo data del siglo XVI y tiene un retablo de 1560 dedicado a San Saturnino.

El valle de Lana está poblado de encinas y madroños en las zonas más bajas, robles en las medias y hayas en los puntos más altos, aunque también abundan las hierbas aromáticas y de infusiones como son la manzanilla, el romero y el té. Entre estas ramas de vez en cuando pueden observarse ardillas, tejones y los rastros de algún jabalí, sin contar con rapaces como el aguilucho.

Por este valle pueden hacerse rutas de varias dificultades a pie, a caballo o incluso en bicicleta. Una de las más fáciles es la ruta de Narcué-Larreineta, un recorrido linear que recorre la distancia que separa ambos pueblos, sube al repetidor de la televisión pasando por la Ermita de San Cristóbal.