Te encuentras en la capital de Cantabria, una ciudad llena de encanto en la que vas a poder descubrir mucha belleza paisajística y monumental. Tanto es así, que se proclama como una de las urbes más importantes del norte del país, siendo además, la más poblada de la comunidad.
Tiene una ubicación excelente para hacer una visita turística, y disfrutar de la gran cantidad de elementos que la forman.
Tiene una población de más de 170.000 habitantes, que se multiplican en las diferentes épocas del año, gracias al turismo.
Si quieres viajar hasta la zona, vas a poder conocer la bahía, y el Mar Cantábrico, además de sus zonas de montaña, que forman un paisaje muy agradable.
El turismo en Santander ha crecido en los últimos años, aprovechando la modernización de la ciudad, que acoge cada vez más turistas.
Además, gracias a estos cambios que sufrió, el turismo se convirtió en uno de sus principales motores económicos, nutriendo así las arcas de la zona, y propiciando las inversiones del sector servicios.
Hay que destacar dos tipos de turismo; el que se centra en la capital, con alojamientos de tipo hotelero; y el que permite disfrutar del paisaje original, y de su esencia, que es el turismo rural.
Desde que pones un pie en Santander, todo te sorprende. Cada rincón es diferente al anterior, y tiene una peculiaridad que le hace único.
No mucha gente sabe que debajo de la Catedral se encuentra un conjunto de restos de origen romano, y que recomendamos visitar.
En 1941 se produjo un incendio en la ciudad, que se le conoce como el incendio andaluz, ya que comenzó en la calle Cádiz, y llegó hasta la calle Sevilla.
En cuanto a sus playas, también tienen nombres curiosos. Por ejemplo, la playa de Los Peligros se conoce así porque era frecuente el desembarco de piratas para robar. La de Los Bikinis recibe ese nombre porque antiguamente las mujeres extranjeras iban allí a disfrutar del sol en bikini, cuando aquí esa moda no estaba muy extendida.
Como ves, cada lugar guarda su historia. Una historia que podrás conocer de primera mano, y que estamos seguros de que te enganchará a Santander.
Si quieres saber alguno de los lugares emblemáticos para no perderse, te ofrecemos una pequeña lista con la que no se te quedará nada en el tintero.
Algunos de los Bienes de Interés Cultural con los que cuenta el municipio son insignias de la zona. Uno de ellos es el Palacio de la Magdalena, de estilo inglés. ¿Sabes cuántas ventanas tiene? La friolera de 365. Además, recomendamos un paseo por los jardines, que te dejarán disfrutar de la mejor estampa frente al mar.
La iglesia Catedral de Nuestra Señora de la Asunción es una de las más importantes, así como las de Santa Lucía, y San Francisco.
La muralla, o el Palacete del embarcadero son dos de las citas que no puedes perderte.
Por supuesto, no nos olvidamos de la Bahía, que cuenta con dos puertos deportivos donde se desarrollan la mayoría de las actividades acuáticas.
La Península de la Magdalena constituye por su parte, uno de los espacios naturales más bonitos que podrás ver, custodiado en lo alto, por el palacio que citábamos anteriormente. Se encuentra además, muy cerca de El Sardinero.
En cuanto al clima, es esencial conocerlo para empezar a hacer la maleta sin que el temporal nos pille desprevenidos.
Es bastante suave durante todo el año, con oscilaciones entre las temperaturas más altas y más bajas, de unos 10ºC.
A pesar de la suavidad de este clima, se encuentra en un espacio con gran constancia de precipitaciones, teniendo en primavera y otoño la mayor caída de agua.
Por eso, si decides que este va a ser el destino, no olvides algo de abrigo, y un buen paraguas que no impidan hacer turismo.
La gastronomía de la zona es motivo suficiente para querer viajar hasta Santander, y si te gusta el producto del mar, estás en el lugar adecuado.
Ya que cuenta con puerto pesquero, sus platos tienen como principales productos, los pescados que cocinados con verduras, hacen las delicias de los turistas.
El bonito, las almejas, o las famosas anchoas de Santoña son los reyes de esta cocina cántabra.
No obstante, también hay sitio para la carne, que goza de muy buena reputación ya que la ganadería también es una actividad de la zona. El chuletón de buey o las jijas, son los más conocidos.
Entre las bebidas, recomendamos probar el orujo, la sidra, o el chacolí.
Por último, vamos a ver cómo puedes llegar hasta Santander dependiendo del vehículo que elijas para tu viaje.
Si lo haces en coche y desde el centro de la Península, la vía de Reinosa por la A-67 es la mejor ruta, mientras que si sales de Asturias o el País Vasco, será la A-8 la más recomendable.
En autobús también puedes ir, sabiendo que la estación más cercana es la de las Navas de Tolosa. Por su parte, si decides ir en avión, el aeropuerto está a unos 5 kilómetros de la ciudad, por lo que no te costará llegar al centro.