Can Soler I

Una tradicional Masía catalana situada a las afueras del municipio gironés de Porqueres, perteneciente a la comarca de Pla de l'Estany. 
Su origen se remonta al siglo XVIII y a día de hoy ha sido restaurada respetando al máximo el entorno y la estructura original de la vivienda. 

Rodeada de bosque mediterráneo sus espacios transmiten la tranquilidad y la comodidad proporcionada por los mejores servicios sin perder la esencia de lo que un día fue.

Todo este espacio exterior, sumado a algunas instalaciones interiores, son las zonas comunes que se comparten entre las 4 viviendas que forman el complejo, y que se reparten en:

• Muros de piedra y grandes ventanales desde los que contemplar un extenso jardín. Aquí hay espacio para la piscina, en la que el tobogán hará las delicias de los más pequeños mientras los mayores toman el sol en las tumbonas o preparan el almuerzo en la zona de barbacoa. 

• Al contar con tanto espacio exterior la Masía también cuenta con columpios y mesas de piedra repartidas por el césped donde la lectura o y las vistas resultarán de lo más agradable.

• En la masía tambien hay espacio para los juegos, con una sala de ping pong, billar, futbolín y hasta equipo de música.

Al entrar en la vivienda, que es completamente privada e independiente, nos reciben gruesas paredes y techos de madera que albergan 3 espacios comunicados: cocina, comedor y sala de estar. Una antigua rueda de carro convertida en lámpara alumbra la mesa de comedor, situada en el centro de la sala y separando el comedor del salón. Bancos de madera, mecedoras e incluso una biblioteca construida en la misma pared de piedra que junto a la chimenea convierten la estancia en un lugar cálido y confortable.

Modernidad y tradición se entremezclan en los 2 cuartos de baño, espacios completamente equipados. Con una capacidad para 6 personas la casa cuenta con 2 dormitorios triples, amplios, sencillos y muy bien aprovechados.

Un paseo a pie por los alrededores les permitirá descubrir lugares históricos como la Iglesia de St Quirze. Tras la caminata volviendo a la masía se encuentra la Fuente de Merlant, reconocida por la calidad del agua que seguro les sirve para refrescarse.

Si algo caracteriza a Banyoles es su lago, el más grande de la comunidad y sobre el que ronda una misteriosa leyenda de un ser mitológico que aún habita en sus aguas.

Viajar a la Edad Media es posible en Besalú, cuyo puente romano y barrio judío merecen la pena visitar.  

Un poco más alejado se encuentra Figueres, localidad que quiso homenajear al pintor Dalí inaugurando un museo en su honor ubicado en uno de los edificios más bellos de la ciudad.