Busques el viaje que busques, lo vas a encontrar en Conil de Frontera, un municipio que forma parte de la provincia de Cádiz en el que su historia y su entramado te atraparán a cada paso. No puedes dejar de conocer esta población que forma parte de la comarca de La Janda.
Conil tiene un encanto especial, y eso lo saben los millones de turistas que lo visitan cada año, especialmente exponencial es el crecimiento del turismo en la época estival debido a sus condiciones geográficas y a la gran cantidad de servicios que tiene.
Su territorio lo bañan las aguas del Atlántico, dando como resultado las mejores playas de la Costa de la Luz, y situándose a tan solo 41 metros sobre el nivel del mar. Además se encuentra muy cerca de la capital de la provincia, de la que no llega a distar ni 45 kilómetros.
Conil de la Frontera tiene espacios naturales impresionantes, así como un patrimonio digno de conocer y de visitar, pero ¿qué es lo que le hace ser un destino verdaderamente perfecto para pasar tus vacaciones?
Motivos para visitarlo, sobran, aunque te vamos a dar algunas pinceladas de lo que podrás conocer en este pueblo.
En primer lugar, tu ruta turística por Conil puede comenzar por pasear por sus calles, previo paso por el Arco de la Villa, que es una de las puertas que tenía la muralla que cercaba la población. Un centro histórico en el que se puede percibir la tradición de un auténtico pueblo de pescadores donde sus casas tienen fachadas engalanadas con flores llamativas y en sus patios se respira ese embrujo andaluz del que no podrás escapar.
En este paseo podrás sumergirte en su pasado musulmán, presente en algunas de sus construcciones, así como visitar lugares como la iglesia de Santa Catalina, la Plaza de España o la famosa Puerta de Cádiz. También hay un museo que merece un stop en el recorrido, que es el Museo de Raíces Conileñas.
En segundo lugar, tienes que conocer las playas más llamativas de Conil, empezando por la Cala del Aceite, que se considera una de las más bonitas ya que tiene a su alrededor, un sinfín de acantilados, Otra de las playas que no puedes perderte es la de Fontanilla, quizás la más turística porque tiene muchos servicios que harán tu jornada de sol y arena mucho más cómoda, y la de los Bateles.
Hacemos especial mención a las Calas de Roche, que son un conjunto de calas perfectas para los días de viento ya que están bastante resguardadas. Se comunican entre sí cuando hay marea baja y son un auténtico espectáculo natural.
Si te has decidido por visitar Conil, seguramente uno de los motivos haya sido la gastronomía, y es que como se come aquí, no se come en ningún sitio.
Un buen punto de partida de tu ruta gastronómica puede ser vivir en directo una subasta de pescado en el puerto o en la lonja, o visitar el Mercado de Abastos, donde vas a poder disfrutar de productos frescos y típicos de sus cocinas, como es el caso del atún, la estrella indiscutible y en torno al que se ha creado hasta un museo, el de La Chanca.
Prueba el pescaíto frito y las tortillitas de camarones, ¡riquísimos! Y si lo haces durante sus fiestas, mejor. Las más características son la Romería de San Sebastián, y las de Nuestra Señora de las Virtudes, ambos patrones del pueblo. La Semana Santa y la Virgen del Carmen tampoco puedes perdértelas.