Dentro de la comarca de la Ribera del Duero nos encontramos con un pequeño pueblo llamado Vadocondes, situado en la provincia de Burgos en el que, a pesar de su reducido tamaño, cuenta con un gran legado patrimonial que se adorna con impresionantes espacios naturales, en los que destaca la ubicación, junto a un meandro del río Duero.
Fue durante el reinado de Fernando IV cuando esta población recibió el título de Villa y en la actualidad además, Bien de Interés Cultural con la denominación particular de Conjunto Histórico Artístico desde el año 2008.
En su territorio hay una población que se reparte en poco más de 360 habitantes que disfrutan de un tiempo en el que los veranos son calurosos y los inviernos son fríos y largos, un clima que hace que sus paisajes naturales se conserven con ese intenso verde que lo envuelve todo.
¿Qué ver en Vadocondes y alrededores? Si quieres disfrutar de este pueblo, harás un viaje en el tiempo en cada calle que visites, desde su entrada.
Y es que nada más poner un pie aquí, te reciben los restos de la muralla medieval, que datan del sillo XV y a la que vas a llegar tras atravesar la Puerta Nueva, un acceso que data del año 1796 pero que es el reemplazo de una puerta anterior, de la que aún se conserva un escudo de los Reyes Católicos. No es la única entrada a la villa, ya que hay un segundo acceso en la Puerta de Burgos, que data del siglo XVI.
Una vez dentro de Vadocondes, vas a poder pasear por un casco urbano lleno de arquitectura popular en sus casas y callejuelas que además, se combinan con palacetes y casas más imponentes como la de José Lara, del siglo XVIII y que es la muestra de época dorada de esta población. También te animamos a disfrutar del edificio del Ayuntamiento.
Tienes que disfrutar también de un paseo desde el punto más céntrico: la Plaza Mayor, donde se concentra la mayor parte de la actividad y donde vas a poder ver el Rollo de la Justicia, sentarte a tomar el aperitivo o comer en cualquiera de los restaurantes que hay en la misma plaza.
Muy cerca de la Plaza Mayor vas a encontrar el máximo exponente de la arquitectura religiosa en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, que data del siglo XV aunque posteriormente ha sufrido varias remodelaciones. Además, en el interior es importante contemplar su imponente Altar Mayor y si tienes la oportunidad, conoce también en una visita la torre y el museo parroquial, que merecen la pena.
Además de esto, existen tres peuntes entre los que destaca el Puente sobre el Duero, del siglo XVIII, aunque también está el Puente Seco, ubicado junto al yacimiento de Santa Ana. Por último, hay un puente mucho más moderno aunque abandonado y en ruinas que es el Puente de Hierro.
No puedes irte de Vadocondes sin visitar el antiguo barrio de bodegas, a las afueras del pueblo. Actualmente ninguna de ellas está en funcionamiento y son de propiedad privada pero sorprende por la cantidad que hay, con casi 80 bodegas y más de 110 lagares.
Pero si hay una época en la que merece la pena visitar Valdecondes, es durante sus fiestas. Su programa de fiestas patronales, en honor a San Cosme y San Damián organiza varios eventos. Aunque no son las únicas, ya que en agosto están las Fiestas de las Peñas y las de Nuestra Señora de la Asunción.
Para vivir estos eventos al máximo, nada como quedarse unos días a descansar en alguna de las casas rurales en Vadocondes, y aprovechar la experiencia para conocer otros pueblos cercanos como Valdorres o Valdeande.