El turismo rural es una de las principales fuentes de la economía de los pequeños pueblos de Ávila, como es el caso de Casas del Abad. Este municipio no es más que una diminuta pedanía de Umbrías, en la comarca de Aravalle.
¿Qué puedes esperar de este lugar? Pues lo encontrarás de lo más tranquilo y sereno, dado que tiene apenas 20 habitantes que disfrutan de la vida en paz allí. Es posible que muchos vivan en las llamadas ‘casas de Maripedro’, que es como se conoce a la arquitectura tradicional del lugar.
Estando pegado a las demás pedanías, el patrimonio de las mismas se desdibuja y se considera compartido entre todas, como la iglesia de San Martín.
¿Hay algo que puedas ver que te deje sin habla? ¡Desde luego! Si te fascina la astronomía, estás en el lugar ideal. Cuando los cielos están despejados, es toda una gozada ir al Mirador Starlight, o acudir al Observatorio Astronómico ‘La Mirada’, que permite ver las estrellas en todo su esplendor.
Por supuesto, estando situado en pleno Parque Natural de Gredos disfrutarás de sus paisajes verdes de montaña. Tiene todo tipo de accidentes geográficos: lagos, ríos, praderas… Además de su fauna, que es todo un símbolo de los pueblos de la zona, en especial la cabra montés.
Puedes ir a la Plataforma de Gredos, ya sea verano o invierno, y disfrutar de los paisajes y de la hospitalidad de las poblaciones cercanas. Esta es un área en la que también se practica mucho el avistamiento de pájaros, por lo que varios locales ofrecen algunos de los escondites idóneos para verlos en su hábitat natural, como el Hostal Almanzor.
¿Qué actividades se pueden hacer por aquí? Los más aventureros no deben desaprovechar la oportunidad de coronar el Pico del Almanzor, que es uno de los más altos de la península con 2.592 metros de altitud. No obstante, existen actividades más relajadas, como rutas de senderismo que hasta se pueden hacer en familia.
Si te entra hambre, cualquier lugar será bueno para saciarla. El apetito se abre fácilmente cuando te ponen un plato de patatas revolconas delante. O si prefieres enfrentarte a todo un reto gastronómico, puedes tratar de comerte un chuletón de ternera de Ávila por tu cuenta.
Cuando te sientas pesado tras comer, puedes tomarte un descanso merecido. Lo más habitual por estos lares es alojarse en una casa rural, o algún hostal del mismo carácter.
Nada mejor que un ambiente hogareño para disfrutar de unas vacaciones tranquilas.
Un buen momento para ir es finales de primavera o inicio de verano, pues podrás acudir al Festival del Piorno en Flor, en honor a estas sencillas retamas que cubren los paisajes de Gredos de vistosos colores amarillos.