Si tu próxima parada es Ribadesella, no hay duda. Has elegido bien. Se trata de un concejo asturiano con mucho encanto, y que se sitúa en los primeros puestos en cuanto a destinos en la zona.
No vas a poder dejar de contemplar sus paisajes, con imponentes zonas elevadas, y emblemáticos monumentos.
A su alrededor, hay un montón de lugares muy cerca para visitar también, como pueden ser Llanes o Cangas de Onís, así como pasear por las playas que deja el Cantábrico, que baja parte de su territorio.
Ribadesella ofrece muchas actividades para el turismo, por lo que es siempre uno de los destinos preferidos por los viajeros.
Debido precisamente a la gran variedad de actividades que se pueden hacer en la zona, es uno de los concejos que más ha crecido a lo largo de los años. Hay que poner especial hincapié en el turismo activo, ya que el Sella, que pasa por la zona, lo convierte en un lugar ideal para practicar el piragüismo. Esto, sumado al turismo rural que tan en auge está en los últimos tiempos, hace que sea un lugar puntero para escapar. Tanto en familia, como en pareja o con amigos, siempre hay algo que hacer en Ribadesella, algún lugar que visitar, y alguna leyenda que descubrir.
Si ya has calculado tu ruta, y quieres conocer algunos detalles curiosos de la zona, no dejes de caminar por el paseo marítimo, donde se encuentran pintados algunos detalles, obra de Antonio Mingote, y que cuentan de una forma muy dinámica, los sucesos más importantes que ha vivido Ribadesella.
Además, el mes de agosto recibe muchísimos turistas, ya que el día 5 se celebra el Descenso Internacional del Sella, que es una fiesta de Interés Turístico que consiste en surcar las aguas del Sella en canoa.
Otra de las peculiaridades de la zona, es la gran cantidad de Casas de Indianos que hay, y que no puedes perderte.
Ya sabes alguna de las principales curiosidades de la zona, así que vamos a desglosarte los lugares emblemáticos que tienes que visitar. Una parada obligada.
Las Cuevas de Tito Bustillo, declaradas Patrimonio de la Humanidad, son uno de los hallazgos más importantes en cuanto a representación de la pintura rupestre. También cuenta con un Centro de Interpretación que no puedes perderte.
Pasear por su casco histórico te permitirá conocer a fondo la vida en Ribadesella; sus costumbres, y su gastronomía, ya que es una zona plagada de establecimientos. Dentro de este espacio, te encontrarás con la iglesia de Santa María Magdalena, y la casa de la familia Ardines. También recomendamos ver la lonja.
No obstante, puedes hacer el recorrido en el tren turístico con el que cuenta el concejo.
Si buscas unas vistas espectaculares, la ermita de Guía es tu sitio. Allí, además de visitar esta construcción religiosa, puedes contemplar la panorámica.
Ribadesella es un lugar de contrastes, entre mar y monte, que muestra un clima constante a lo largo del año, donde no puedes dejarte el paraguas en casa.
Todos los meses, y en especial noviembre, llueve, por lo que sus explanadas y zonas naturales se mantienen con un verde muy intenso.
En cuanto a las temperaturas, suelen ser moderadas y constantes, siendo enero el mes más cálido agosto, y el más frío enero.
Así que, si aún no has cerrado la maleta, ya sabes lo que puedes llevarte.
La gastronomía de Ribadesella te encantará, ya que combina a la perfección sus paisajes de mar y montaña, que se ven reflejados entre fogones. Si bien es cierto, la más demandada es la cocina marinera, que ha sido siempre uno de los principales motores económicos.
Entre las formas de cocinar, las calderetas de pescado son la tradición. También, las marmitas suelen ser platos muy demandados.
Y si ya conocemos los platos más contundentes, ahora vamos a por la bebida, que no puede tener otra abanderada que no sea la sidra.
Sin duda, un menú que tienes que probar, muy típico de la zona.
Ya lo tienes todo, ahora solo queda descubrir la ruta que vas a seguir.
Si vas en coche, la autopista es el mejor camino, y más rápido para ir, aunque si prefieres el avión, el más cercano está a unos 100 kilómetros de distancia. Después podrás ir en autobús, ya que hay una estación muy cerca.
Si ninguna de estas te convence, puede ser el ferrocarril la mejor opción.