Apartamento Carboneres 1

Preciosa casa de 2 plantas con jardín alrededor y vistas tanto al mar como a la montaña, con una capacidad máxima para 8 personas, ubicada en el apacible pueblo con playa de Llançá de la provincia de Girona, en el tercio norte de la Costa Brava.

De lo que podrán disfrutar los huéspedes que elijan este alojamiento será lo siguiente:

• Un amplio y luminoso salón, con ventanas en casi cada tramo de pared, salvo por supuesto en la ocupada por la chimenea de obra. En este espacio encontramos un rincón dedicado al ocio audiovisual con un confortable tresillo y una butaca de diseño que se enfrentan a la televisión que hay del otro lado de la sala. En el extremo opuesto de la estancia hay un conjunto de comedor con una firme mesa de madera alrededor de la se han dispuesto 6 asientos de diferentes estilos.

• 4 dormitorios de tamaño doble con camas de matrimonio y amplios armarios en los que los ocupantes de la vivienda podrán poner en orden sus pertenencias. Todas las habitaciones son exteriores sin excepción, aunque algunas en vez de ventanas tienen puertas acristaladas del suelo al techo que dan acceso a los espacios exteriores de la propiedad.

• La vivienda dispone de 2 baños completos con sendas bañeras, además de disponer ambos de todos los elementos sanitarios básicos. También existen un par de aseos para ofrecer alternativas de uso higiénico.

• La cocina de un estilo moderno propio de otros tiempos, tiene todo su mobiliario en tonos madera, salvo la encimera que imita a la piedra granítica, incluido en este bloque que hace una forma de "L" y recorre dos de las paredes de la estancia, se halla integrado todo el equipamiento electrodoméstico, además de contener en sus varios espacios de almacenaje una nutrida selección de menaje del hogar. Del lado contrario del habitáculo se ha dispuesto una mesa con un par de sillas junto a una bancada que componen un rincón más que adecuado para el momento del desayuno.

• En el exterior de la vivienda encontramos varias pequeñas terrazas privadas a las que solo se accede a través de la habitación que tienen contiguas, además de un porche sotechado y con toldo desplegable que da cobijo a una enorme mesa con 10 asientos rodeándola. En la planta baja encontramos un cenador al lado del jardín y en un término aún más cercano de la barbacoa de obra que allí hay dispuesta.

Toda la finca está rodeada por despejados espacios de tránsito salpicados de jardineras y árboles.

Al margen de la obvia actividad relacionada con la playa, dado que hemos escogido una población costera como destino para nuestra estancia vacacional y por supuesto disfrutaremos del Mar Mediterráneo, teniendo en cuenta la ubicación en la que nos encontramos, si queremos una alternativa cultural en la que descubrir pedacitos olvidados de la historia de este lugar concreto de la geografía del país y es lo que nos pasará al visitar el Castillo de Molinàs o las ruinas del mismo.

De esta fortaleza del Bajo Medievo se conservan en pie la Torre del Homenaje y gran parte de los muros interiores con muchas de sus arcadas, además de instarnos a la investigación del qué pudo pasar allí nos también nos da una bella imagen de la naturaleza olvidando los "grandes hitos" humanos.

Aunque si lo que queremos ver es una fortaleza medieval bien conservada, podríamos acudir a los alrededores del Castillo de San Salvador de Verdera, el que fuera levantado en su origen en el siglo IX en un estilo arquitectónico románico y tendría que ser refortificado así como ampliado a lo largo de su historia, pues no dejo de recibir los envites de diferentes tropas enemigas que van desde los franceses a los piratas berberiscos.

Este enclave defensivo situado a 600 metros de altura sobre el punto más alto de a Sierra de Rodes cuando termino sus funciones bélicas, sería cedido a los monjes de la abadía de San Pedro para erigir en este espacio el templo que conservase la fe y cuyo formato de santuario-fortaleza perdura aún hoy día.